Como ya informamos hace pocas semanas, la Sección Sindical Estatal de CGT tuvo conocimiento recientemente de una escandalosa sentencia que ponía al descubierto los chanchullos entre los mandos de TRAGSA y el sindicato UGT (Sentencia de 4 de noviembre de 2015 del Tribunal Superior de Justicia de Madrid nº 868/2015) .
En dicha sentencia se establecía como hechos probados que al menos 11 personas fueron contratadas aparentemente por TRAGSA con diferentes contratos laborales. TRAGSA les dio de alta en la seguridad social y abonaba el salario. Estos contratos datan, algunos de ellos desde los años 80, otros desde los 90 y el resto ya en los años 2000. A pesar de estas aparentes contrataciones estas personas nunca trabajaron para TRAGSA ya que ocupaban cargos electivos en la estructura de la UGT.
Según la sentencia, había un acuerdo entre TRAGSA y UGT en el que la empresa se limitaba a contratar y retribuir a unas personas a las que no escoge y que nunca trabajaron en TRAGSA sino que realizaban tareas de cargos sindicales para UGT. La Sentencia declara que este acuerdo era una forma de financiación que le venía prestando TRAGSA a UGT.










