El trabajo asalariado es una necesidad para millones de personas que están ocupadas, trabajan, tienen empleo o lo están buscando. Un trabajo con el que se producen bienes y riqueza para la sociedad.

A diario una media de 4,5 trabajadores ven truncadas sus vidas en las diferentes actividades. Así como también, cientos de miles de personas anualmente, sufren accidentes graves, muy graves y lesiones invalidantes sólo por el hecho de ir a trabajar.

La ley, el Estatuto de los Trabajadores, Ley de Prevención de Riesgos Laborales, obliga a los empresarios a tutelar la salud y la vida de los millones de personas asalariadas. Dichas garantías son burladas a diario, al condicionarlas a la lógica de la eficacia económica y los beneficios empresariales.

Si la responsabilidad en la organización del trabajo corresponde al empresario y las muertes se producen como consecuencia de trabajar – contratos precarios, destajos, ritmos frenéticos y estresantes, tiempos de desplazamiento cada vez más grandes, presiones y violencia (mobbing) en la organización del trabajo; autoritarismo y ausencia de democracia laboral, …- sólo existen unos responsables, LOS EMPRESARIOS.

La sociedad acepta la muerte en los “tajos”, como un hecho “normal”, porque la lógica de la eficacia económica capitalista, es bendecida hasta hacérnosla creer inmutable y además, inevitable. Como constatación de todo ello sólo hay que ver las estadísticas oficiales del año 2006.

AÑOS ACCIDENTES DE TRABAJO CON BAJA
En jornada de trabajo In itínere Totales %
Leves Graves Mortal Totales Leves Graves Mortal Total
2002 936.071 11.721 1.104 948.896 72.477 2.576 453 75.506 1.024.402 100%
2003 887.309 11.395 1.033 899.737 74.390 2.434 452 77.276 977.013 95,37%
2004 865.167 10.474 955 876.596 81.616 2.540 488 84.644 961.240 93,83%
2005 896.063 9.783 990 906.836 89.517 2.309 379 92.205 999.041 97,52%
2006 925.442 8.804 966 935.212 93.346 1.982 372 95.700 1.030.912 100,63%
Totales 4.992.608 97,47%

Los datos del 2006, son avances provisionales, suministrados por el MTAS.

  • El año 2006 supone que el número total de accidentes de trabajo, 1.030.912, crece en 3,45 puntos con respecto al año anterior, confirmando la tendencia al crecimiento de número total de accidentes.
  • Más de 7.000 personas asalariadas murieron como consecuencia de trabajar. Otras 64.000 sufrieron accidentes graves de los cuales se derivan, en la mayoría de los casos, secuelas o lesiones irreversibles.
  • En el periodo de cinco años (2002/2006), casi 5 Millones de personas asalariadas, han sufrido algún accidente.

 

En cuanto al balance referido a las enfermedades profesionales es demoledor.

  • El 94% de los trabajadores que fallecen por causas laborales lo hacen a raíz de una dolencia que han contraído en su propio empleo. Sólo el 6% muere en un accidente de trabajo.
  • El 64% de las enfermedades laborales de los trabajadores no son reconocidas como tales y son tratadas como enfermedades comunes: se reconocen algo menos de 30.000 casos de enfermedades profesionales al año cuando realmente la cifra se aproxima a 80.000.
  • Cada año fallecen 14.000 hombres y 2.000 mujeres por dolencias causadas por el trabajo, el 4% de todos los decesos que se producen en el país. 80.000 trabajadores enferman anualmente por causas que se inician en sus empleos lo que hace que en este momento haya 1,8 millones de personas en España que sufren algún tipo de mal causado por su trabajo.
  • Las mutuas de accidentes laborales desvían las enfermedades profesionales hacia las contingencias comunes. Sólo el 16% de las dolencias de los trabajadores se tratan teniendo en cuenta su origen laboral.

 

Esta labor de concienciación social se ve agravada por las campañas institucionales, las cuales señalan en sus eslóganes por una parte que el riesgo en el trabajo es evitable, previsible e inaceptable socialmente y, por otra, que el modelo económico-político que comporta la economía de mercado (capitalismo) sitúa el trabajo y sus consecuencias (accidentalidad, morbilidad, mala salud, etc.) en el campo de lo inevitable.

Mientras no se valore la vida humana por encima de la falsa lógica de cualquier sistema de producción, la muerte en los tajos nos seguirá recordando a diario que la sociedad “ha optado” por la inhumanidad del capital, renunciando a garantizarse la vida y la salud.

 

Los trabajadores somos sujetos con derechos y tenemos que exigir que el trabajo se organice pensando en las personas y defendiendo nuestras vidas y nuestra salud.
Comparte:
Share

Artículos relacionados

Deja un Comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Aviso legal. Esta web utiliza cookies para optimizar la navegación. Al continuar navegando está aceptando su uso y nuestra política de cookies y ver la forma de desactivarlas. (Política de privacidad) Internet Explorer, FireFox, Chrome, Safari Aceptar Leer más