CGT denuncia que, en noviembre y diciembre, la dirección de los grandes almacenes se salta la legislación y obliga a hacer jornadas seguidas de hasta 15 horas con descansos de menos de siete horas en algunos casos.
Partidos, kaput (Artículo de opinión de Rafael Cid)
“Que el fracaso no se te suba a la cabeza”
(Pintada callejera)
El canto del cisne del bipartidismo yin-yang. Esa es la conclusión sumaria de las últimas elecciones celebradas en Francia. La primera vuelta de las presidenciales ha puesto fuera de juego a republicanos y socialistas (R.I.P.). Los dos actores hegemónicos de la alternancia en el poder no han superado la prueba de fuerza. Los ciudadanos han preferido opciones sin pasado de gobierno en su haber.
Lo que hasta hace pocos años era un influyente activo, administrar el poder, se ha convertido en un lastre. Marine Le Pen, por el ultranacionalista Frente Nacional, y Emmanuel Macron, por el neoliberal En Marcha, serán quienes se disputen la titularidad del Estado. Un descalabro histórico que permite hablar por primera vez en esta década de auténtico declive de la democracia representativa. Y no tanto por el huevo como por el fuero.