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Esta concentración responde la situación de injusticia social existente, que tras estas semanas de confinamiento, y ante la crisis socioeconómica que se ha generado, es urgente volver a la movilización, ya que se están adoptando medidas políticas, que nos van a afectar directamente como personas y están configurando un panorama socio-laboral donde los efectos de esta nueva crisis al igual que la anterior, beneficia a los más ricos y poderosos.
CGT-LKN exige que no se adopten políticas de recortes y austeridad como en la anterior crisis, que con la promulgación de las Reformas Laborales y de la Seguridad Social, nos llevaron al crecimiento de; las grandes fortunas, la precariedad laboral, la exclusión social y el debilitamiento de los servicios públicos.
CGT está radicalmente en contra de que los costes del cese de actividad por la pandemia se endosen a las haciendas públicas, a la Seguridad Social y a los salarios, por la vía ERTEs, sin distinguir grandes y pequeñas empresas, los beneficios obtenidos en años anteriores y sin contrapartidas, que garanticen el mantenimiento de los puestos y las condiciones anteriores de trabajo.
Para garantizar el empleo de quienes lo han mantenido durante estos meses y de aquellas personas que lo han perdido, como consecuencia de la crisis por la pandemia, o por estar paradas anteriormente, es necesario la eliminación de las horas extras y la reducción de la jornada laboral, manteniéndose el poder adquisitivo, para que pueda haber un reparto más justo del trabajo y la riqueza.
El hecho de “perdonar” el 60% de la cuota a las empresas que han tenido beneficios en el 2019 por parte de las Diputaciones Vascas, si se cumplen determinadas condiciones, con el argumento que las empresas necesitan liquidez, va a suponer una merma de ingresos para sostener los servicios públicos. Tanto las Diputaciones como el Gobierno Vasco y Navarro, en lugar de favorecer a los empresarios, deberían imponer medidas fiscales que implementen una mayor cotización a las rentas más altas, gravar realmente más a los beneficios empresariales y a las grandes fortunas.
Para CGT-LKN es urgente la defensa de unos servicios públicos de calidad, que sean universales y garantes de la salud de todas las personas. La educación pública y los transportes sostenibles son imprescindibles en nuestra sociedad. Es necesario que las residencias para personas de la tercera edad o dependientes vuelvan a ser públicas, para que nunca más nuestros mayores vuelvan a verse en situaciones de desamparo como las que hemos vivido en los últimos meses.