Se trata de un enorme y apetitoso bocado para el capital financiero (bancos, aseguradoras…) y sus cómplices -gobiernos y sindicatos oficiales- que, al calor de los recortes de las pensiones públicas que imponen con el falaz argumento de que son ‘insostenibles’, será de obligado cumplimiento para los Estados miembros y forma parte de la política de privatización general de los servicios y prestaciones públicas: sanidad, enseñanza, servicios sociales, pensiones…
Se trata de un Reglamento donde la Unión Europea se decante por los planes privados de pensiones en detrimento de los sistemas públicas, en una política global de destrucción de lo público. El actual movimiento de pensionistas por un sistema público de pensiones que garantice una pensión digna debería iniciar una campaña a nivel europeo contra este reglamento.
La Comisión Europa apuesta por el ahorro privado de cara a la jubilación, planea crear un nuevo tipo de pensión individual voluntaria (PEPP), concebida para ofrecer a los ahorradores más opciones y productos más competitivos de cara a la jubilación que compartirá las mismas características básicas en toda la UE y podrán ser ofertados por una amplia gama de proveedores, tales como compañías de seguros, bancos, fondos de pensiones de empleo, empresas de inversión y gestores de activos.
La apuesta por los planes de pensiones individuales que hace la Comisión, según las instrucciones del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional, es clara, y en los documentos que justifican la creación de los nuevos productos de ahorro se puede leer que “desde la perspectiva de los futuros pensionistas, una reducción de los niveles de los beneficios de las pensiones públicas será en gran medida inevitable”.
Ante estos planteamientos, según la Comisión, estos productos complementarán las actuales pensiones de jubilación, que son individuales y proceden del Estado, pero no sustituirán los sistemas nacionales de pensiones, ni los armonizarán. La Comisión ha recomendado a los Estados miembros que otorguen el mismo trato fiscal a este producto que a los productos nacionales similares ya existentes, para así garantizar que se da a los PEPP un buen impulso inicial.
Por otra parte, estos nuevos productos vienen a reforzar, en última instancia, el plan de la Comisión para la creación de una Unión de Mercados de Capitales, ayudando a canalizar el ahorro hacia las inversiones a largo plazo en la UE. En la actualidad, solo el 27 % de los europeos de entre 25 y 59 años ha adquirido un plan de pensiones.