Comunicado
El tiempo de la pandemia con sus especiales dificultades por la gravedad de la situación, ha puesto en evidencia todas las carencias y limitaciones de nuestro sistema público de salud.
El conjunto de profesionales de salud hemos sufrido la precariedad de medios, las condiciones de trabajo extenuantes, la inestabilidad de muchos de nuestros puestos de trabajo, la realización de nuevas tareas sin suficiente capacitación, y lo más lamentable, la falta de apoyos de la Gerencia o del Departamento de Salud que han hecho campañas mediáticas, y promesas de mejora (Reto han llamado a la propuesta para Atención Primaria), sin acercarse a los centros, sin apoyar el trabajo de profesionales que lo daban todo, sin reconocer este esfuerzo y sin dar pie a recoger iniciativas, propuestas, a estimular el protagonismo y la sensación de utilidad de sus profesionales.
La población ha sido expulsada de sus centros de salud durante demasiado tiempo y especialmente las personas más vulnerables han pagado la situación con su vida, con un agravamiento de sus problemas, con un alejamiento de sus centros si no disponían de suficiente tecnología o con el empeoramiento de su salud mental.
Es cierto que buena parte de los problemas se heredan de algunos sectores políticos que ahora protestan, pero en el pasado con sus recortes y malas decisiones generaron las condiciones actuales.
No necesitamos su ayuda para salir de esta situación ya que aprovecharán la ocasión para nuevas privatizaciones o para hacer negocios con el sistema público, como hacen los actuales gestores del Departamento de Salud.
Creemos que la Atención Primaria, el verdadero núcleo de un buen sistema de salud, necesita salir de la agonía a la que la están sometiendo. Se necesita invertir en promoción y prevención de salud que socialmente es más rentable y eficiente.
Necesitamos unos hospitales más humanos que tecnológicos, ya que tratan con personas y no con aparatos o técnicas sofisticadas. La tecnología debe supeditarse a una atención personal más humana y más que máquinas, se necesitan más profesionales suficientes y capaces de empatizar con sus pacientes.
La Salud Pública necesita ser la guía del sistema de salud para crear más salud, para favorecer estilos de vida más saludables, fomentar políticas de reducción de desigualdades y para eso necesita readaptarse. Necesita una estrecha coordinación con Atención Primaria, e impulsar la salud en todas las políticas mediante la creación de entornos saludables, trabajando en mejoras de salud laboral, colaboraciones con ayuntamientos y asociaciones, etc.
El gasto farmacéutico desbocado, que supone un 22% del gasto total necesita más rigor en su gestión, eliminar la presión publicitaria y los incentivos privados disfrazados de apoyos a docencia o investigación, evitar el gasto inducido por la industria en fármacos que no mejoran la calidad de vida, generan un gasto insoportable y tienen utilidad nula o muy limitada.
La salud mental es precaria y centrada en problemas limitados, además de ser el sector con uno de los mayores índices de privatización en el conjunto del sistema sanitario de Navarra.
La oportunidad de cambiar las cosas, repetida hasta la extenuación, está en unos nuevos Presupuestos que, uniendo un cambio de estrategias y una reversión de las privatizaciones, aseguren los cambios necesarios, tal como se nos ha dado a entender. Pero la realidad es que el anteproyecto de presupuestos que ha presentado el Departamento de Salud mantiene el presupuesto global sin crecimiento, no apoya a la Atención Primaria, ni a Salud Pública, aumenta el gasto farmacéutico, consolida una salud mental precaria y blinda las derivaciones a centros privados.
Para completar el puzle el Departamento propone cubrir necesidades de salud contratando a fisioterapeutas privados, y se vuelve a utilizar al ejército en el rastreo de contactos Covid-19 eludiendo consolidar la plantilla que en Atención Primaria tiene un 50% de precariedad.
Mientras el presupuesto de Salud queda “congelado”, los Departamentos de Desarrollo Económico y de Innovación apuestan nuestro dinero en lo que vienen a llamar la medicina personalizada, y la digitalización, nuevas áreas para el negocio privado. Y el discurso oficial ensalza la colaboración público-privada que sólo es garantizar financiación pública a la medicina privada.
Por todo ello ahora más que nunca necesitamos elevar nuestra voz y agrupar fuerzas para pedir alto y claro SALVAR EL SISTEMA PÚBLICO DE SALUD.
En este momento es necesario que nos movilicemos toda la ciudadanía y el conjunto de profesionales del sistema. Los actuales presupuestos, de aprobarse, van a suponer un mayor deterioro y desmantelamiento del sistema público de salud que las minorías de la industria, aseguradoras, sectores corporativos y negocios privados están esperando para obtener beneficios con nuestra salud.
La Plataforma Navarra de Salud hace un llamamiento a sindicatos, colectivos, asociaciones, o personas particulares para movilizarse con concentraciones en todos los centros sanitarios públicos el día 16 de diciembre, a las 11 horas, antes de que finalice el debate sobre presupuestos en el Parlamento, para expresar nuestra necesidad de un sistema público universal y de calidad, y nuestra protesta ante unos presupuestos que no contribuyen a solucionar nuestras carencias actuales.
Esta llamada confluye con la llamada estatal a la movilización realizada por la Federación de Asociaciones de Defensa de la Salud Pública, en torno al 12 de diciembre en defensa de la atención primaria de salud, a la cual nos adherimos.
