Para Cecilio Gordillo la memoria histórica es poner en su justa medida los testimonios de aquellos que por las buenas o por las malas les tocó vivir la época y sufrir sus consecuencias. La memoria histórica no es la que nos quieren vender. La recuperación de la memoria la iniciaron investigando el trabajo que desarrollaron los presos políticos del franquismo: los pantanos, túneles ferroviarios, canales, etc., obras que cundo Franco las inauguraba, para nada se mentaba a las personas que las habían construido.
Franco puso en marcha lo que se llamaba «turismo carcelario», donde por ejemplo los presos vascos, se trasladaban a Andalucía, los andaluces a Pais Vasco, los de Levante a Galicia, etc. Fueron entorno a las 150.000 personas las que el franquimo utilizó para las obras como trabajo exclavo de los 250.000 presos/as. Cuando se habla de presos políticos, parece que los únicos represaliados fueron los que tenian un carnet, pero se olvida a otros personas, por ejemplo las mujeres, a quienes se cortaba el pelo y se las sometia a escarnio público. Aqui no se les mataba en hornos crematorios como hicieron los nazis, se les mataba de hambre y con trabajos forzados, hasta la extenuación.
Se trataba de compensar económicamente a los empresarios que habían contribuido a sostener el golpe de estado del 36. Los trabajos que desarrollaron no solamente fueron para infraestructuras del Estado, sinó que varias empresas se beneficiaron del trabajo exclavo y son las ahora todopoderosas Dragados y construcciones, Huarte , Fomento, Acciona, etc.. Una parte importante de su capital se debe al uso y abuso del trabajo de los presos.