Desde la sección Sindical Estatal de CGT en Aena y ENAIRE manifestamos nuestro apoyo total, firme y sin matices al escrito registrado por el Comité de Empresa del Aeropuerto de Madrid-Barajas (pincha aquí Escrito Comité Barajas). El comunicado denuncia la decisión unilateral de la Dirección de penalizar al personal propio de AENA, retirándole las funciones de maniobras en alta tensión, y entregárselas a la empresa adjudicataria ELECNOR.
Esta externalización de funciones no venía acordada en el texto del nuevo convenio colectivo. Como ya dijimos, la empresa no iba a tener suficiente con externalizar por acuerdo las funciones de conductores y microinformática !Cuando veas las barbas de tu vecino cortar, pon las tuyas a remojar!
Se trata de un ataque directo, calculado y profundamente irresponsable, que no solo vulnera derechos consolidados por convenio y por actas de resolución de conflicto, sino que pone en riesgo la seguridad operativa del aeropuerto y la salud de las personas trabajadoras.
La decisión se ha tomado sin negociación, sin diálogo, sin respeto alguno al Comité de Empresa ni a los delegados de prevención. No se ha evaluado el impacto en la salud laboral, ni se ha proporcionado información técnica, ni garantías de formación para quienes asumen estas funciones desde fuera. Esto no es una reorganización: es una privatización encubierta, de esas que se intentan colar por la puerta de atrás.
Y lo más insultante: ni siquiera han tenido la decencia de esperar al registro oficial del nuevo convenio colectivo para lanzar este ataque a la línea de flotación de los derechos de la plantilla. Una maniobra artera, de espaldas a quienes sostienen con su esfuerzo diario el funcionamiento de una infraestructura estratégica.
¿Y cómo responde AENA a la profesionalidad, al compromiso y al rigor técnico de su plantilla?
Con desprecio. Con externalización. Con agresiones disfrazadas de reformas.
Y no hablamos de una plantilla cualquiera. Hablamos del colectivo que, el pasado 28 de abril de 2025, fue capaz de mantener operativo el sistema energético del aeropuerto tras un apagón crítico, evitando males mayores y garantizando la continuidad operativa de una instalación que no puede detenerse. Una labor que mereció —y recibió— el reconocimiento expreso del presidente de AENA, Maurici Lucena, quien destacó públicamente la ejemplaridad del trabajo realizado por el personal de Energía.
¿Y cuál es la respuesta a esa demostración de compromiso y profesionalidad?
¿Un aplauso? No. Un recorte. Una externalización. Un desprecio. Desde CGT-AENA ENAIRE lo decimos con toda claridad:
CGT entiende que todos los sindicatos debemos asumir la responsabilidad. No se puede permitir la externalización de funciones en propio. No nos podemos quedar de brazos cruzados.
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