Fuente: https://www.elcorreo.com/miranda/lleva-calle-juzgado-20210527002723-nt.html
Denunciar la mala gestión del servicio de limpieza y el incumplimiento del contrato por parte de Cespa, una vez transcurridos más de seis meses de su entrada en vigor, le ha supuesto el despido al delegado de CGT en la empresa. El sindicato lo tiene claro y por eso va a solicitar en los juzgados, pero también en la calle, con movilizaciones semanales la readmisión de Raúl Plaza. «No ha dicho nada que no se pueda demostrar», advirtió un compañero de la formación en la ciudad, Michel Espinosa; que tiene claro que el despido es «una represión contra la acción sindical» de un trabajador que lo único que ha hecho es trasladar las quejas y denuncias consensuadas en la sección sindical de esa empresa durante las reuniones semanales.
Pero Cespa no lo ha visto así y, según denunciaron ayer, el día 18 envió un burofax al trabajador, con diez años de antigüedad, notificándole su despido disciplinario por una falta grave, a la que había dado lugar la acumulación de 14 leves; todas ellas relacionadas con las denuncias públicas de Plaza sobre la mala gestión del servicio, desde la mezcla de residuos que impiden su reciclaje, la falta de capacitación del personal o las malas condiciones de los vestuarios. Y todo, por ahorrar.
Situaciones que, destacó Espinosa, les preocupan y mucho por tratarse de una empresa que presta un servicio para el Ayuntamiento y a la que se paga con el dinero de todos los mirandeses. «El dinero público tiene que gestionarse con celo. La limpieza de nuestras calles es un elemento esencial y el 20% del pliego no se está cumpliendo», incidió; al tiempo que monetarizaba en unos 700.000 euros el importe de ese porcentaje. Cuantía que entiende CGT que no se debería pagar si no se dan los servicios, tal y como vienen denunciando.
Pero tampoco es una situación que les haya sorprendido. «En los últimos 14 años no he visto que funcionase bien ninguna de las marcas de contrata en Miranda» y esa es una situación que vinculaba Espinosa directamente al hecho de que, al menos, en los tres últimos contratos, repita el jefe de servicio. «El gerente es un objeto decorativo», recalcó.
Para hablar de toda esta situación se reunirán mañana con la oposición y espera CGT que también les reciba el equipo de Gobierno, con quien ya contactaron hace días, dado que aunque se trate de una empresa privada es un servicio público el que presta. «La última palabra la tiene la alcaldesa, que es la pagadora», apuntó el portavoz de CGT.
De todos modos, hasta que sea readmitido tienen claro que se concentrarán todos los miércoles de 13.00 a 13.00 en el Ayuntamiento y de 19.00 a 20.00 horas frente a la sede de la Junta en la calle La Estación para exigir la readmisión que el despido sea declarado nulo, mientras esperan una resolución judicial que temen que pueda tardar hasta un año.
