HUELGA DE LIMPIEZAS SANITARIAS EN ZARAGOZA

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La última Conferencia Internacional del Trabajo se ha desarrollado en Ginebra con una sensación final de impotencia ante la inquietante situación que padece el mundo laboral a causa de la globalización. Las multinacionales obtienen pingües beneficios a pesar de la  recesión moviendo sus empresas  allá donde las condiciones labora- les son más esclavistas. Mientras tanto, crece  la pobreza entre los trabajadores del planeta que nos enfrentamos a un recorte sangrante y global (como no podía ser de otra manera) de nuestros derechos y conquistas históricas.

Un plan cuasi-perfecto neo con para hermanar a la clase proletaria en la miseria con el pretexto de una “crisis-estafa”. La Reforma Laboral del gobierno popular, por ejemplo, que  está creada “ad hoc” al servicio de los depredadores instintos patronales. Un arma letal en manos de un empresariado que siente como le bulle la sangre latiguera por las venas.

Servidora   trabaja para una multinacional subcontratada en los servicios de limpiezas sanitarias de Aragón, ISS Facility Services. El Grupo ISS cuenta con una plantilla de más de 543.500 trabajadores repartidos  en 53 países.Ha mantenido una facturación de 600 millones de euros en el 2012 y presume de obtener excelentes resultados a pesar de la crisis. Junto a otros poderosos grupos como LIMPISA, integran las asociaciones empresariales ASPEL y ASOAL que negocian el convenio de limpiezas sanitarias  aragonesas. Una patronal amorrada a la ubre de lo público que no crea empleo (cuando no lo destruye directa- mente), no asume riesgos y escatima en material y personal para obtener mayores réditos. Si la  administración suprimiera estos intermediarios,   gestionando directamente el servicio de limpiezas, el ahorro supondría casi la mitad del presupuesto.

Pero ni el gobierno de Aragón ni la Consejería quieren saber nada de cuentas, lo suyo es una cuestión de creencias de fundamentalismos. Por eso no les parece mal la Reforma Laboral que, de manera injustificada, pretenden aplicarnos las empresas a los 1.500 trabajadoras/es del sector. Devolver a las insolentes limpiadoras  a su nicho antropológico natural, la pobreza,  les parece  lógico. Por eso la presidenta Rudi y el Consejero Oliván han permanecido impasible el ademán a pesar de una huelga indefinida que ha batido records y ha estado salpicada de despidos, co- acciones, denuncias cruzadas, huelgas de hambre, detenidos, agresiones, desalojos policiales, ocupaciones protagonizadas por las limpiadoras en el Gobierno de Aragón o la Conseje- ría, vigilancia de seguridad contratada  por  las empresas para controlar a los trabajado- res, servicios mínimos de casi el cien por cien, vulneración de los derechos  laborales y de huelga,  escraches  a la presidenta… Material de sobra para un apasionante  thriller de terror o de novela negra.

Ni la Administración ni las empresas contaron con el factor humano. Ninguno pensó que un colectivo tan humilde, mayoritariamente femenino  y con grandes cargas familiares, pudiera presentar una resistencia tan insurgente y leonina. Quizás, por ser mujeres y de un estrato social humilde, se nos suponía resignación y un sometido temor a los iracundos dioses patronales. Pero nos dio por ser valientes y defender como fieras el pan de la camada. Así que las limpiadoras de los centros sanitarios aragoneses votamos asamblearia y masivamente nuestra pequeña revolución de las escobas, forzamos la unión sindical y nos organizamos para hacer visible nuestra lucha en defensa de un convenio justo. Nuestra pelea a cuerpo contra el lado oscuro ha excitado   la imaginación de otros colectivos que  pueden sentir como se les enciende la llama de la rebeldía. Un ejemplo que no puede cundir porque contradice  los siniestros designios que se están trazando para la clase trabajadora.  De ahí el desprecio añadido con el que la Administración ha tratado este conflicto. No podían dejar que se les rebelaran  las “enanas”. Hasta nos acusaron de insolidarias por no aceptar una reforma que otros colectivos acatan sin montar un cataclismo. Y de haber vivido por encima de nuestras posibilidades con un sueldazo de 900 euros que, según ellos, no nos corresponde

megafoNo contaban con el factor humano.
Como tampoco cuentan con él los que han orquestado el plan global para esclavizar
a todos los trabajadores del planeta.  No valoran que, a fuerza de explotación, están forzando un fenómeno añejo que vuelve a estar patente, la lucha de clases.

Conozco a mis compañeras de trabajo. Somos gente sencilla con escasa filiación política o
ideológica. Abuelas y madres que sostienen situaciones familiares complicadas por el desempleo.
Nos juzgaron mal al pensar que no íbamos a reaccionar como panteras.Son tantos los
abusos que sufrimos los trabajadores que están consiguiendo sacarnos de la catatonia para recuperar nuestra atontolinada conciencia de clase. Para despertarnos de la adormidera que nos mantenía en una borreguil idiocia cognitiva.  Nos están volviendo
fuertes. Audaces a fuerza de vejaciones e injusticia. Al final, puede que su plan no sea
tan perfecto y nos dé masivamente por resucitar las barricadas. Es el riesgo que tiene
despreciar el factor humano (o mejor dicho, al género humano), que nunca se sabe la que se puede liar.

Ana Cuevas

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