El acuerdo PP-PNV sobre pensiones públicas, es un acuerdo logrado gracias a las continuas movilizaciones de pensionistas, que ha ocasionado un desgaste al Gobierno, que ha cedido ante la hábil propuesta del PNV, un acuerdo totalmente insuficiente.
Si se cumple lo acordado en la negociación de los Presupuestos Generales del Estado, solo se logra aplazar dos años la imposición del llamado “índice de Revalorización” (el 0,25%) aplicándose el IPC y se retrasa hasta el 2023 la aplicación del “factor de sostenibilidad”, programado para reducir drásticamente las pensiones del futuro.