Viernes 21, en el edificio la bolsa casco viejo Bilbao 18:30

Confederación General del Trabajo – Lanaren Konfederakunde Nagusia
La costumbre de referenciar la variación del coste de la cesta de la compra o el coste de la vida al índice de precios al consumo (IPC) nos hace pensar que esa referencia en la unidad de medida general válida para determinar las subidas salariales. Se suben todos los salarios de la escala porcentualmente referenciándolos al IPC nacional usándolo como factor multiplicador sobre el salario base del año anterior de cada trabajadora.
La idea es fomentar la lectura y la biblioteca, el pensamiento crítico, el debate y la cultura. Y siempre desde un formato ameno, asequible y entretenido, apto pata todos aquellos que quieran participar. Además, se informa de la biblioteca, sistema de préstamo y devolución. Puedes pasarte a cualquier hora entre las 11:00 y las 14:00,
Necesitamos ir por un camino diferente, el de redistribuir la riqueza. Una alternativa estructural que no supone aumentar la deuda pública hipotecando el país y el futuro de las nuevas generaciones. Redistribuir la riqueza significa disponer de una parte de las enormes ganancias de bancos, monopolios y capital extranjero, que son fruto del esfuerzo colectivo de toda la sociedad, para poder destinarlo en interés de la mayoría y de la comunidad, creado nuevas fuentes riqueza y empleo productivo.
Los turnos son rotativos y unos acuden de lunes a jueves y otros de martes a viernes, aunque los miércoles y jueves son de obligada asistencia a la empresa. Además de prever más contratación en este 2023, confirman que permite retener y captar talento: «Establecimos este método sin ayuda económica alguna, porque sabíamos desde el primer momento que esto no era un gasto, sino una inversión«, aseguran desde la compañía.
Varios gobiernos, incluidos Portugal, Bélgica, España y los Emiratos Árabes Unidos, han aprobado leyes que permiten a los empleados trabajar menos días a la semana. Islandia es un caso de éxito, en dónde el 1% de la población pasó de trabajar 40 horas a 35 horas semanales, cuatro días a la semana. Los casos de agotamiento, y las bajas por enfermedad y estrés cayeron en picado, y la productividad aumentó.
Estamos excesivamente acostumbrados a escuchar términos socialmente lesivos: paro, pensiones, desahucios, listas de espera, horas extras, flexibilidad laboral, ampliación de jornada, saturación de aulas, asumiendo erróneamente que para salir de esta influencia devastadora generada por el ciclón “economicida”, hay que doblar la jornada laboral.
Desde la Confederación General del Trabajo estimamos como insuficiente la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) llevada a cabo por parte del gobierno en los últimos días. Es insuficiente y además llega tarde, ya que el SMI está aún muy lejos del 60% del salario medio de nuestro país, que es la cantidad que se marcaba en la Carta Social Europea. Aunque el gobierno sabe lo alejados que estamos aún para poder cumplir con ese compromiso, ni siquiera han dejado plasmado en el acuerdo de la subida del SMI cuándo alcanzaremos a esa cantidad mínima marcada por la Carta Social Europea en el futuro. Un gesto que nos parece bastante preocupante.
A raíz de numerosas peticiones por parte de organizaciones y sindicatos, Islandia puso en marcha dos grandes ensayos para comprobar la eficacia de la reducción de la jornada laboral semanal. Una vez analizados los resultados sobre este proyecto de semana laboral de cuatro días, el informe concluyó que los ensayos habían cosechado un «éxito abrumador» que, según los investigadores, podría situar la reducción de la jornada como una estrategia primordial para otros gobiernos europeos.