1. adj. Dicho de una persona: Que se presta a ocupar el puesto de un huelguista.
2. adj. despect. Dicho de un trabajador: Que no se adhiere a una huelga.
Si estás indeciso sobre lo que hay que hacer el día 29, quizá te interese leerlos.
ARGUMENTO 1 DEL ESQUIROL:
«No hago huelga porque no me lo puedo permitir».
La reforma laboral supondrá con toda seguridad una rebaja generalizada de los salarios. No puedes permitirte dejar de ganar el sueldo de un día y sí puedes permitir que te bajen el sueldo permanentemente o que te despidan gratis, o que si tienes 10 años trabajados en la empresa tu indeminación pase a ser de 18900 euros a 7845. Curioso, por cierto, lo tuyo.
ARGUMENTO 2 DEL ESQUIROL:
«La huelga no servirá para nada».
Todas las mejoras de los trabajadores se han conquistado históricamente a través de la lucha. Nadie nos ha regalado nada.
Lo que está demostrado que no sirve de nada es no hacer nada. A la preguntas de si una huelga de un día será suficiente, la respuesta es no.
Es sólo el principio, pero es un paso muy importante. Si nos imponen la reforma laboral más dura de esta «democracia» y no respondemos las sucesivas serán aún más demoledoras. Se puede y se debe tumbar esta reforma laboral.
Sin ir más lejos, la huelga de 1988, exitosa, de un día, supuso gran cantidad de derechos, como subidas salariales del IPC+2% y la creación de las pensiones no contributivas y el derecho de negociación colectiva en el Sector Público.
ARGUMENTO 3 DEL ESQUIROL:
«La huelga no soluciona nada».
La huelga no es una solución, es el instrumento de presión más poderoso que hoy por hoy los trabajadores tenemos a nuestro alcance.
Por eso quien no se adhiere a una huelga perjudica gravemente al conjunto de los trabajadores. También te perjudica a ti. Si la huelga no solucionase nada ¿de dónde proviene el empeño de los empresarios en que sus trabajadores no hagan la huelga, llegando a las amenazas y
coacciones, que son delito? ¿Por qué motivo la prensa de derechas trata de desprestigiar la convocatoria de huelga? Todo tiene una causalidad, nada es casualidad.
ARGUMENTO 4 DEL ESQUIROL:
«No estoy de acuerdo con los sindicatos mayoritarios, por eso no hago huelga».
A la convocatoria de huelga se han sumado decenas de sindicatos minoritarios de diversos sectores y de distintas ideologías.
Es más, los primeros convocantes de esta huelga no fueron UGT y CC.OO, sino ELA-LAB (sindicato nacionalista vasco) y CIG.
También se suman a la convocatoria las anarcosindicalistas CNT y CGT, la Intersindical-STE, la USO, Solidaridad Obrera (mayoritario por ejemplo en Metro de Madrid), partidos políticos tan dispares como IU, Esquerra, Compromis, Amaiur, BNG y organizaciones sociales de todo tipo como
15M, Juventud Sin Futuro… etc que no comparten la verticalidad de los
sindicatos mayoritarios y son críticas con su labor de los últimos años.
Sin embargo el apoyo a la huelga es generalizado. Se puede criticar lo que sea a UGT y CC.OO. Pero como puede ser que quienes les criticaban su «supuesta inacción» ahora se niegan a secundar una convocatoria en la que tratan de «hacer». ¿O es que se trata de criticarles hagan lo que hagan?¿Por qué? Bueno, eso daría para otro texto. Curiosamente todos los sindicatos son el único muro a derribar por los poderes económicos.
De ahi esa campaña continuada de desprestigio hacia ellos.
ARGUMENTO 5 DEL ESQUIROL:
«Hay libertad, cada uno puede hacer lo que quiera. Además si hago huelga me descuentan x euros, y no me lo puedo permitir».
No hay libertad porque te están coaccionando con una penalización económica. La libertad es otra cosa, La libertad es no verte obligado a ceder a los chantajes de gobierno y empresarios a cambio del sueldo de un día.
ARGUMENTO 6 DEL ESQUIROL:
«Hay libertad, cada uno puede hacer lo que quiera. En mi empresa si haces huelga te miran mal y si luego hay que despedir a alguien seguro me despedirán a mí en vez de a otro».
No hay libertad porque te están coaccionando con el despido. La libertad es otra cosa, no verte obligado a ceder a los chantajes de gobierno y empresarios renunciando a tu derecho constitucional a la huelga.
ARGUMENTO 7 DEL ESQUIROL:
«La huelga tiene que ser indefinida, si no yo no la hago».
Suponemos que estas personas cuando sus hijos dieron el primer paso en vez de alegrase, animarles y ponerles calzado adecuado les recriminaron no ser capaces de correr los cien metros lisos en las olimpiadas y les gritaron que para dar tres pasos por la habitación y luego caerse mejor que ni lo intentaran.
Suele resultar curioso que quienes usan este argumento, algunas veces también se quejan del dinero que les descuentan. ¿Y estos son los que harán una huelga indefinida, que podría suponer una pérdida económica de cientos de euros? Curioso.
ARGUMENTO 8 DEL ESQUIROL:
«Los piquetes presionan a la gente, obligándola a que haga huelga. Los trabajadores son libres de ir a trabajar un día de huelga.»
Si la libertad realmente tuviera tantos defensores nos iría bastante mejor de lo que nos va. En la mayoría de los casos quienes mantienen esa postura ocultan o defienden la coacción de muchas empresas sobre los trabajadores que quieren ejercer su derecho constitucional a la huelga y aceptan que éstos se vean obligados a someterse a ella acudiendo a sus puestos de trabajo por miedo a perder sus empleos o el salario de un día.
Los piquetes históricamente impedían que los empresarios contrataran personal para cubrir los puestos de los huelguistas y en la actualidad tratan de garantizar el derecho a huelga de aquellos que por presiones de las empresas no pueden ejercerlo. Los piquetes informativos apelan a la responsabilidad de los trabajadores, les informan de los motivos de la huelga y de las consecuencias negativas que tiene acudir ese día a sus puestos de trabajo. Los piquetes informativos están reconocidos legalmente: tienen y puede ejercer su derecho a informar los días de huelga.
ARGUMENTO 9 DEL ESQUIROL:
«Con las huelgas no se consigue nada. Pero en caso se que se consiga algo, no renunciaré a ello.»
Las jornadas de 8 horas diarias o 48 semanales, la prestación por desempleo, las horas extraordinarias, el salario mínimo, el convenio colectivo, las vacaciones pagadas, la indemnización por despido o cualquiera de esos otros muchos derechos que los trabajadores no conocían hace sólo 150 años no se consiguieron a base de ejercer la «libertad para ir a trabajar» un día de huelga.
Pese a ello no se tiene noticia de que ningún esquirol haya renunciado a ellos. Si se consigue hacer al gobierno rectificar y no aplicar esta reforma laboral que a todos nos afecta y perjudica los esquiroles no habrán hecho nada por conseguirlo pero se beneficiarán del esfuerzo colectivo. Para
ellos esto debe de tener mucha lógica, para todos los demás carece de ella y no les hace parecer personas dignas ni coherentes.
ARGUMENTO 10 DEL ESQUIROL:
«Soy funcionario. La reforma laboral mí no me afecta.»
Con los recortes y la privatización de los servicios públicos y el deterioro de las condiciones laborales (y los que están por venir) de funcionarios, interinos y personal laboral de la administración pública tenemos motivos más que suficientes para secundar la huelga general, además de por solidaridad con el resto de trabajadores.
Si no secundamos mayoritariamente la huelga general no podremos quejarnos cuando el resto de la sociedad no nos apoye en nuestras revindicaciones por la supervivencia, la dignidad y los derechos laborales del sector público. Los despidos y las rebajas en los complementos del sueldo de los funcionarios así como la eliminación de pagas y sexenios están al caer. Además, mira a tu alrededor: padres, hermanos, hijos, familiares, amigos, vecinos, alumnos… ¿seguro que algo que afecta a la mayoría de la población no va contigo?
ARGUMENTO 11 DEL ESQUIROL:
«Soy autónomo, a mí la reforma laboral no me afecta.»
Un menor salario y unas peores condiciones laborales para la mayoría de los clientes y usuarios de un pequeño comercio o empresa de servicios implica casi con toda seguridad un empeoramiento de las suyas ya que nadie consume ni contrata más servicios si bajan sus ingresos o si tiene miedo a perder su trabajo.
La mayoría de los trabajadores autónomos pueden repartirse el trabajo en otras jornadas sin que les afecte enormemente secundar un día de huelga.
Para los pequeños comerciantes abrir un día de huelga no supondrá una diferencia significativa ni una mejora sustancial en su pequeño negocio.
Ni siquiera les procurará los ingresos de un día normal ya que también hay convocada una huelga de consumo. Sin embargo muchos de sus clientes valorarían positivamente su solidaridad al secundar la huelga del
29M. En lugar de abrir un día que pocos van a comprar y muchos van a
decidir no volver a hacerlo en establecimientos de esquiroles puedes colocar en tu tienda un cartel que diga:
«Estimado cliente, en solidaridad con los trabajadores asalariados este comercio ha decido cerrar el día 29 de marzo por Huelga General.
Creemos que la reforma laboral perjudica a la mayoría de nuestros clientes y a sus familias. Las grandes superficies abrirán, por ello le sugerimos que tenga en cuenta como consumidor a los establecimientos
solidarios con los derechos de la mayoría. El día 30 estaremos de nuevo a su disposición. Disculpen las molestias.»
ARGUMENTO 12 DEL ESQUIROL:
«Ya, pero este gobierno tiene mayoría absoluta, la gente les ha votado y por tanto pueden hacer lo que quieran. Que yo haga huelga no cambiará nada».
Los votos recibidos en unas elecciones no legitiman a un gobierno para lanzar un ataque tan brutal a los derechos de la mayoría de la ciudadanía.
Además aspectos esenciales de esta reforma laboral como puede ser el abaratamiento del despido no aparecen en el programa electoral del PP y por tanto NADIE los ha votado. De hecho varios representantes de este partido negaron públicamente tanto durante la última legislatura como durante su campaña electoral que fueran a abaratar o a facilitar el despido.
El gobierno ha ocultado información deliberadamente antes de las elecciones y ha mentido a los ciudadanos sobre sus verdaderas intenciones.
Si la sociedad se pronuncia al unísono contra una reforma laboral injusta un gobierno «democrático» están obligados a escuchar y a obedecer.