Es habitual pero no por ello menos sorprendente, que la actividad sindical diaria se ponga en “stand by” para que cuando lleguen las Elecciones Sindicales se dispare la adrenalina reivindicativa hasta límites esperpénticos y para muestra de ello un botón – aunque los tenemos de todos los colores -.

Desde la FESIM se nos daba a conocer una noticia relacionada con la UGT FICA donde con el titular “El terremoto en el sector automovilístico ha costado ya mas de 35,000 empleos. Y ahora viene el Tsunami” pretendían expresar su preocupación por la destrucción de empleo en el sector automovilístico.

El esperpento en este caso es lo siguiente; en esa noticia desde UGT FICA se planteaban una serie de medidas que a su juicio, se deberían tomar para fomentar el empleo en el sector y que este tenga futuro a largo plazo y estas medidas se concretaban en :

– Contrato de relevo

– Plan Estatal deformación

– Potenciar ayudas a las empresas

– Treinta y dos horas semanales

– Jubilación a los 60 años

– Minimizar la temporalidad

– Convenio Sectorial de referencia mínima

– …….y así mas cosas.

Es una autentica desfachatez que mal usen y perviertan conceptos sagrados para la clase trabajadora, es vital el Contrato de Relevo pero no en las condiciones que lo están firmando en las empresas donde tienen mayoría, con sueldos inferiores del relevista en comparación con el relevado aceptando categorías de entrada y similares para justificar estos agravios donde por el mismo trabajo se cobra diferente sueldo.

A día de hoy la mayoría de los Planes de Formación solo sirven de excusa para recibir subvenciones estatales (las pagamos todxs) para que se traduzcan en semanas de formación ejerciendo el trabajo para el que están siendo formadxs sin cobrar un céntimo y sin garantía de que al terminar ese periodo vayan a ser contratadas.

Lo de Potenciar las ayudas a las empresas ya “clama al cielo”, todo lo que se pueda decir está dicho y esta en boca de todxs.

Lo de las treinta y dos horas semanales de una falta de respeto apabullante a la clase trabajadora; desde CGT venimos reivindicando de manera constante y persistente la jornada laboral de 35 horas llegando en estos momentos a reivindicar la de las treinta horas y nunca ha sido apoyado por UGT (ni el resto de sindicatos) no vaya a ser que la patronal se enfade y les retire su apoyo y sus “pelas”. Poner “palos en las ruedas” ha sido una constante que hoy en día se puede constatar en la aplicación de la jornada semanal de 37,5 horas para el sector público obligado por sentencia desde Julio de este año y que todavía no se aplica por desinterés de los sindicatos “mayoritarios”..ejemplo el sector ferroviario.

Jubilación a los 60 años…..cada vez mas gorda, firmantes de todos los pactos del mundo mundial, responsables por omisión (por haber adormecido cualquier protesta) del aumento de la edad de jubilación. Hoy estamos viendo la maldad e hipocresía que se gastan cuando una reivindicación tan oportuna y necesaria como la que están llevando acabo permanentemente lxs pensionistas la han obviado por lealtad a sus patronos y es ahora cuando algunas personas (quienes todavía no se habían caído del guindo) les están pidiendo explicaciones y pretenden entrar en las manifestaciones como un elefante en una cacharrería con sus insignias, banderas y megáfonos incumpliendo el pacto alcanzado desde el principio de NO banderas, No siglas,…..así les está pasando que son expulsados de muchos lugares..¡Qué vergüenza!.

Con respecto a la temporalidad todavía no les hemos visto retratarse de verdad mientras desde CGT estamos consiguiendo sentencias condenando contrataciones fraudulentas (muchas de las eventuales auspiciadas por ellos en acuerdos que consideran positivos para la clase trabajadora) teniendo que readmitir a trabajadorxs.

Lo de los Convenios Sectoriales es de una actitud tan miserable como fascista, su objetivo es sacar el sindicalismo combativo (y por ende a la CGT) de las mesas de negociación pretendiendo pactar todo desde las cúpulas de los sindicatos-mafia. El planteamiento es claro, las plantillas deben ser partícipes de la negociación y con un convenio sectorial esto no ocurriría.

La única realidad y efecto del Tsunami que se avecina es la utilización de su mayoría sindical para imponer modelos sociales cercanos a los deseos de la patronal-estado donde la concentración social (paz social, cero conflictividad) que les permitan seguir viviendo en la burbuja proteccionista de la subvención y paralelamente, la represión contra todo el sindicalismo de clase combativo.

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