En una movilización que trata de cuestionar la campaña electoral, miles de personas han partido desde Cibeles hasta el Ministerio de Trabajo, por el paseo de la Castellana. Esta vez en solitario, la CGT se ha manifestado para enviar el mensaje a los partidos políticos de que no se va a consentir la privatización y el empeoramiento de los servicios públicos.
Es también un compromiso de defensa de los servicios públicos, ante el continuo ataque desplegado para recortarlos, desde todos los partidos que nos gobiernan, independientemente del color que tengan. Es un nuevo intento de llamar la atención a la clase trabajadora para que asuma la defensa de los mismos, ante la actual situación de apatía y desengaño. Para que no se fíe de las promesas electorales y confíe en la lucha y movilización obrera y ciudadana.