Inicio TemasEconomía (NoalTTIP-4) Con el TTIP las multinacionales harán un gran negocio, inundando el mercado de la UE con productos transgénicos, baratos y de mala calidad perjudiciales para la salud

(NoalTTIP-4) Con el TTIP las multinacionales harán un gran negocio, inundando el mercado de la UE con productos transgénicos, baratos y de mala calidad perjudiciales para la salud

por Juan

comida basuraUno de los objetivos de la negociación del Tratado Atlántico de Comercio e inversión (TTIP) es acabar con las barreras existentes, como los aranceles, aunque estos ya están en un nivel muy bajo si se compara con las relaciones con otros países. Por ejemplo, EEUU aplica una tarifa del 2,5% a los coches importados desde Europa, mientras la UE cobra un 10% para los vehículos que llegan desde América.

Las multinacionales agroalimentarias a la hora de entrar en el mercado europeo se enfrentan con una legislación más estricta, que es lo que pretende abolir este tratado. Concretamente en la UE rige el “principio de precaución” por el que cualquier sustancia sospechosa de ser tóxica puede sacarse al mercado sin  la empresa previamente no haya demostrado su inocuidad.

Sin embargo en EEUU las cosas ocurren de un modo diferente. La empresa saca el producto al mercado y después tiene que ser la Administración quien demuestre que es tóxico para poder prohibirlo. Es este “principio de precaución” el que está en el punto de mira de las negociaciones, por ser la principal barrera no arancelaria con la que se topan los productos de las empresas estadounidenses.

Si no se llegara a abolir el “principio de precaución” (objetivo prioritario para el Secretario de Comercio de EEUU, encargado de las negociaciones) la otra carta que los lobbies de la agroindustria se guardan en la manga es el reconocimiento mutuo de productos. Esto significa que un producto de EE.UU. (que cumpla los estándares de Estados Unidos) se permitiría de forma automática en la UE (incluso si no cumple las normas de la UE), y viceversa.

De una manera u otra al final nos veríamos inundados por productos con pocas o nulas garantías sanitarias. Con consecuencias en el ámbito de la seguridad alimentaria y sanitarias:

* Autorización de productos sin etiquetar con Organismos Genéticamente Modificados (OGMs). que en EE.UU. se les considera productos totalmente asimilables al resto de productos alimentarios, el 70% de los productos alimenticios que se venden en los supermercados estadounidenses contienen ingredientes genéticamente modificados.

* 30.000 sustancias químicas prohibidas en la UE pero que se permiten en EEUU, tanto en alimentación como en pesticidas, cosméticos, productos de higiene…

 * Carne de vacuno tratada hormonalmente para incrementar la producción de leche y cuyo consumo se ha relacionado con casos de cáncer.

 * Mayor presencia antibióticos en la carne que consumimos. Mentras que en la UE su uso está restringido al tratamiento concreto de enfermedades, en EEUU  se hace un uso descontrolado de los mismos.

* Desaparición del origen en el etiquetado; por extensión se acabaría con las Denominaciones de Origen.

En cuanto al etiquetado, aunque cerca de la mitad de los estados de la EEUU obligan a indicar en la etiqueta la presencia de OGM, a nivel nacional no es obligatorio que aparezca, dado que tienen la consideración de productos totalmente asimilables al resto de productos alimentarios. Monsato está presionando para acabar con estas disposiciones y hacerlo extensible a la UE a través del TTIP.

El menor número de OGMs permitidos en la UE no se debe solo al principio de precaución, sino a que su aprobación debe pasar por el Consejo de Ministros de Medioambiente y aquí solía haber una mayoría en contra. Sin embargo, la industria agroalimentaria ya ha movido pieza y ha conseguido que la UE permita que un país pueda prohibir en su territorio el cultivo de un transgénico, pero a cambio ese país no pueda votar en el Consejo de Ministros que otros países no lo puedan cultivar. Esto supone que resulte más fácil que su aprobación no quede bloqueada en el Consejo de Ministros de Medioambiente.

Por último hay que recordar que los transgénicos no solo suponen un riesgo en sí mismos, sino que hay que añadir los pesticidas que se emplean. De hecho algunos piensos con transgénicos que se emplean en EEUU están prohibidos en la UE porque se ha demostrado que la toxicidad de los pesticidas con que son tratados se mantiene en la cadena alimenticia. Con el TTIP llegarían a nuestros platos.

Y no solo está en juego nuestra salud, lo cual es intolerable, sino también está en juego lo que queda del mundo rural. Estamos ante la recta final de un proceso de implantación de un modelo agrario basado en grandes explotaciones propiedad de grandes empresas dedicadas al monocultivo.

No más negocios a costa de nuestros derechos y de nuestra salud. Nuestras vidas por encima de sus negocios.

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