Toda una campaña mediática y orquestada se ha desatado para convencernos de que en Euskadi tenemos los salarios más altos y si no accedemos a una reducción salarial los puestos de trabajo van a peligrar. Todo un ejercicio de premeditado chantaje, para culpabilizar a las personas trabajadores vascas de ser las responsables de la fuga de empresas hacia otros países y regiones más baratas.
La consejera de Desarrollo Económico y Competitividad, Arantza Tapia, siguiendo las directrices de los grandes empresarios, en la jornada “El futuro de la I+D+i’, organizadas por el gobierno vasco, ha señalado que los costes laborales en Euskadi son elevados y que se debe producir “elementos de valor añadido” y “venderlos en un mundo global”.
El presidente del grupo vasco Tubacex, Álvaro Videgain, ha reclamado unos “costes laborales adecuados en Euskadi” y nos ha contado el cuento de que los costes por operario aquí, son mayores a los de Austria o Estados unidos. Dice que tenemos que cambiar la rigidez del modelo laboral, con más flexibilidad, más movilizad laboral y menos conflictividad, toda una amenaza implícita de llevarse el negocio a otra parte.