Con la coartada de atraer empresas a Bizkaia el Presidente de la Diputación Foral anuncia una nueva bajada de impuesto para los empresarios. Mientras los beneficios de las empresas aumentan cada año su disparidad con las rentas salariales, el aumento de los beneficios fiscales hace que de cada 100 euros que se esperaba recaudar en 2016 en Hego Euskal Herria solamente 8,3 serán pagados por las empresas, frente al 14,45 de 2008″ (Según Nekane Jurado).
Por otro lado una satisfecha Arantza Tapia, actual Consejera de política industrial del Gobierno vasco, nos ha presentado un balance de su política industrial del período 2014-2016, por las cuales gracias a los subsidios y subvenciones a la empresa vasca han conseguido salvar 22.000 empleos.
La Consejera nos cuenta que han actuado en 175 casos de empresas con problemas económicos, de los cuales 165 han sido satisfactorios, pero no detalla a que empresas se ha dado y que cantidades, en un nuevo ejercicio de ocultación a la ciudadanía. No sabemos si el PSOE como socio de gobierno conoce estos datos, así el resto del arco parlamentario, enormemente atento al procés, mientras a la ciudadanía nos roban la cartera.
Arantza Tapia nos cuenta que en el citado periodo se han gastado 354 millones en préstamos a empresas, mientras para este año con el objetivo según el gobierno vasco de “impulsar” la economía, es decir de subsidiar a las empresas vascas, el Gobierno asigna 1.042 millones al Departamento de Desarrollo Económico e Infraestructuras, lo que supone un incremento de 29 millones respecto al año pasado (un 2,9% más), con una apuesta principal por el Plan de Ciencia, Tecnología e Innovación 2020, al que destinará 410 millones.
Además la Consejera ha anunciado otra nueva subvención a las empresas en un denominado programa ‘renove’ de máquina industrial «ante la demanda del sector». El presupuesto pasa de 9 a 12 millones. En tres años «se han visto beneficiadas 891 empresas» y «la inversión inducida ha superado los 320 millones». El plan subvenciona el 15% del gasto acreditado de la compra de maquinaria industrial hasta 70.000 euros por pieza y 100.000 por empresa.
Los gobiernos están usando los subsidios y subvenciones a las empresas para tratar de hacerlas más competitivas en su país o región de cara a atraer empresas de otras regiones o de otros países. Para medir el impacto regresivo de los subsidios, debería tenerse en cuenta no solamente las transferencia financiera a las empresas implicadas sino también los efectos en los recortes del gasto público. No hay evidencia que demuestre que los susidios fomenten el crecimiento o los niveles generales de vida.
El gobierno Vasco y las diputaciones controladas por el PNV con el inestimable apoyo del PSOE, están demostrando que son gobiernos de sumisión al empresariado vasco. Proponemos desde CGT-LKN en primer lugar eliminar gradualmente las subvenciones y los subsidios a las empresas en general y en especial las que mantengan empleo precario, en segundo lugar se deben encontrar formas recaudación y de redistribución de parte de las ganancias elevadas del capital financiero que no guardan relación con el trabajo y en tercer lugar atender las peticiones de las organizaciones sociales de una RGI y vivienda digna para combatir el aumento de la pobreza y de la desigualdad social.