El joven vasco David Rincón sigue en prisión y es el único español arrestado por estos sucesos, sin fecha marcada para su juicio.
El condenado es un Holandés de 21 años acusado de lanzar al menos dos botellas a la policía, fue condenado tras una sola sesión a 31 meses de prisión, más de lo que solicitaba la Fiscalía, tras considerarse probado que lanzó al menos dos botellas a la policía.
Esta persona se encuentra encarcelada desde el 7 de julio. En total, la Fiscalía Estatal de Hamburgo ha informado de la apertura de 109 investigaciones contra personas conocidas y de otras 64 contra desconocidas. Además, el departamento de Interior de la ciudad-estado de Hamburgo está investigando a 60 agentes por presuntos delitos de lesiones contra los manifestantes, ocho de ellos denunciados por sus propios colegas.
La Justicia alemana comenzó este lunes (28.08.2017) los juicios contra más de un centenar de personas acusadas de destrozos y disturbios relacionados con la cumbre del G20 que se celebró el 7 y el 8 de julio en Hamburgo. André Buchholz, portavoz del juez de la Audiencia Provincial de Hamburgo, Kai Wantzen, explicó que esta semana van a celebrarse los juicios contra un holandés y un polaco.
Durante las protestas contra la cumbre del G20 en Hamburgo, los principales medios de comunicación y políticos alemanes han pintado un cuadro de activistas y manifestantes políticos como enemigos de la llamada democracia progresista.
En las secuelas de las protestas especialmente el centro social Rote Flora se ha utilizado como un chivo expiatorio público. Esta narrativa ha legitimado efectivamente la brutalidad policial y la represión hacia activistas radicales de izquierda, proyectos alternativos y estructuras auto-organizadas y autónomas.
Activistas de todo el mundo experimentaron la gran brutalidad y represión de forma desproporcionada por parte de más de 20.000 policías armados. Han sido atacados tanto los activistas como los campamentos aprobados por el más alto tribunal constitucional, también médicos, equipos legales y periodistas han experimentado el estado policial alemán en acción. Pero la represión en Hamburgo aún no ha terminado.
Después de la actuación de la policía durante las protestas, el ayuntamiento de Hamburgo amenaza a los activistas radicales de izquierda con una mayor represión y posibles desahucios de proyectos autónomos y autoorganizados, entre otros Rote Flora.
33 activistas siguen en prisión preventiva y esperamos más arrestos y incursiones en casas de activistas que durante la cumbre participaron en la organización de las protestas legalizadas.
Varios políticos influyentes están incluso agitando por un registro central de “extremistas de la izquierda” y pidiendo acusaciones contra activistas que organizaron la infraestructura de las protestas, es decir, activistas que organizaron puntos de información, comedores populares, ayuda legal, etc.
Esta campaña de difamación es orquestada en colaboración entre la policía y los políticos para deslegitimar, criminalizar y demonizar todas las actividades de la izquierda radical o hacer que el movimiento muera completamente. Este es un gran ataque contra la izquierda radical y las culturas y comunidades alternativas en Hamburgo.