En Álava, los trabajadores de ambulancias asistenciales, es decir, las que incluyen soporte vital, están últimamente en el punto de mira de la opinión pública por sucesos con trágico desenlace en los que se ha puesto en duda su capacidad de respuesta. Sin embargo, la mayoría de estos empleados hace tiempo que denuncian “la precaria situación” que atraviesa el transporte sanitario urgente de la provincia.

Foto de Jagoba Udaeta“Contamos con vehículos deficientes que ponen en peligro nuestra integridad y la de las personas que atendemos”, explica Jagoba Udaeta a Gasteiz Hoy. Este empleado de la UTE Emerbask cuenta con 24 años de experiencia en el sector, 15 de voluntario en Cruz Roja y DYA, y los últimos 9 como profesional en otras dos compañías.

Este veterano técnico en transporte sanitario señala que las dificultades para ofrecer una asistencia de calidad se reflejan, por ejemplo, en la falta de material. “Lavamos los colchones de vacuno de un sólo uso en los fregaderos de las bases, donde también limpiamos los platos de la comida, para así poder reutilizarlos. A veces están pinchados, al igual que algunas férulas de vacío que llevamos en las ambulancias”.

“Con frecuencia, se funden las luces que tenemos en el interior de la ambulancia para atender a los pacientes”

“Con frecuencia, se funden las luces que tenemos en el interior de la ambulancia para atender a los pacientes”. Añade que “en la ambulancia donde estoy ahora falta el GPS desde hace tiempo, por lo que usamos nuestros propios aparatos o el del móvil para poder llegar al escenario del incidente lo antes posible. Ni siquiera contamos con la emisora del Departamento de Interior. Se estropeó hace unas semanas, pero como la patronal de Emerbask no trabaja en agosto, ha sido imposible solicitar otra”.

“Si nos pasa algo, debemos apañárnoslas como podamos. La empresa recalca que sólo estamos para casos importantes y se lava las manos. Sin embargo, la carga de trabajo es mucho mayor de lo que dice la patronal, porque muchas veces nos mandan a salidas no urgentes“, señala Udaeta.

La UTE Emerbask cubre el transporte sanitario urgente en toda Álava

La UTE Emerbask controla gran parte del transporte sanitario urgente en Álava, aunque también opera en Bizkaia en menor medida. Cubre toda la provincia alavesa desde enero de 2014 con doce ambulancias, sin contar las de reserva, de las quince que ofrecen este servicio en el territorio. Tiene unos 110 trabajadores a su cargo. Alrededor de 30 son subrogados y, por ello, gozan de unas condiciones laborales más satisfactorias que las de sus compañeros, al mantener los contratos anteriores a su entrada en Emerbask.

El grueso de la plantilla, en cambio, se queja de su precaria situación. 51 empleados indefinidos y unos 30 jóvenes que “van entrando y saliendo” afrontan duros turnos de 12 horas con ambulancias deficientes que, de ser ese su estado, ponen en duda la seriedad de esta subcontrata de Osakidetza.

  • Estado de las bases

Las bases de Emerbask en Álava se localizan en Murguia, Legutiano, Amurrio, Agurain, Campezo, Zambrana, Espejo, Laguardia y, durante el verano, también en Labastida. Hay una ambulancia titular en cada una de ellas. Mientras que el municipio de Vitoria cuenta con dos vehículos de soporte vital básico en la base de Mendoza y otro en Gamarra “que pertenece a soporte vital avanzado porque lleva enfermería”. La capital alavesa tiene, además, otros dos vehículos asistenciales que no pertenecen a Emerbask.

Udaeta denuncia que ciertas bases de Emerbask no reúnen las condiciones exigidas para una salida rápida, “como estar a pie de calle y tener vado. Tampoco acogen vestuarios masculinos y femeninos y dos baños, como decreta el Gobierno vasco. Y no todos los edificios cuentan con agua caliente. En algunos, nos cambiamos en la sala de estar”. Nada que ver con las UCEIS (parques de bomberos) de Álava, que sí cumplen la normativa. “Existe un acuerdo entre Osakidetza y el Gobierno vasco para que ambulancias y personal de Emerbask compartan esas instalaciones que son propiedad de la Diputación de Álava”.

Algunas ambulancias no tienen GPS ni emisora

Siempre en busca de soluciones improvisadas que faciliten su labor diaria, los trabajadores de Emerbask trasladan cuando pueden hacerlo “de una ambulancia a otra no solo material asistencial, sino también otros elementos, como los GPS, para poder acudir a los avisos con rapidez. Ya llevamos dos años en este plan”, se resigna el técnico en transporte sanitario. “La empresa en ningún momento nos ha dispensado mapas de Vitoria y de la provincia. Los conseguimos por nuestra cuenta”.

rueda“En algunas ambulancias de reserva el freno de mano se encuentra tan desgastado que hace falta poner tacos en las ruedas para que el vehículo no se vaya solo cuesta abajo, la goma de los neumáticos está cuarteada y los cinturones de seguridad en mal estado”. Udaeta también ha sido delegado en Prevención de Riesgos Laborales durante los cuatro años de legislatura de su comité de empresa, que se disolvió a principios de verano. El próximo 12 de septiembre se celebrarán unas segundas elecciones, tras la presentación de un recurso por uno de los cinco sindicatos que lo componían.

Llevamos la ropa del trabajo a casa para lavar restos de sangre y vómitos

Añade que “llevamos la ropa del trabajo a casa, con los riesgos biológicos que eso conlleva, para limpiar los restos de sangre y vómitos en la lavadora donde metemos el resto de nuestra indumentaria”. De cara al próximo concurso público que convoque el Gobierno vasco para la concesión del servicio de ambulancias, aún sin fecha, “se ha llegado a un acuerdo para que nos desinfecten y limpien la ropa”.

Sin embargo, los recursos presentados por algunas empresas, entre ellas Emerbask, retrasan la convocatoria del ansiado nuevo concurso. “Ya van dos concursos cancelados, en noviembre de 2015 y el último en junio de este año. Es un pitorreo. Mucho hablan de que hay que mirar por los ciudadanos y de que necesitan asistencia sanitaria, pero cuando se juega con su dinero no dicen nada”. Los trabajadores y la patronal han mantenido en lo que va de año diez reuniones en el Preco para intentar alcanzar un convenio autonómico.

  • Sueldos base de 700 euros

Los sueldos base son de 900 euros para el conductor y unos 700 para el sanitario, aunque pueden ascender hasta los 1600 y 1300 respectivamente con la aplicación de diversos pluses. “Si me voy al paro, lo que cuenta es el sueldo base”, certifica Udaeta. Y se compara con sus compañeros de las otras provincias vascas. “Los trabajadores de ambulancias asistenciales de Vizcaya cobran de sueldo base unos 1800 euros y los de Guipúzcoa una cifra similar”.

La plantilla también exige “un sistema de fichajes real, porque en la actualidad nadie lleva un control. ¿Eso en qué repercute? Yo estoy en Vitoria y puedo salir del trabajo como mucho media hora tarde. Pero quienes trabajan en las bases de los pueblos, si les pasan el aviso diez minutos antes de que concluya su jornada, igual tardan dos horas en ir y volver. Ese tiempo extra no lo cobran. Cuando era voluntario no me importaba, pero ahora vivo de esto y vengo a currar”. Además,“la empresa nos debe a varios compañeros 25.000 euros”.

Varias sentencias dan la razón a la plantilla de Emerbask

Udaeta señala al Gobierno vasco como “el único culpable de esta situación”, ya que “la empresa mira por su dinero”. Y recuerda que Emerbask alcanzó la paz social en Bizkaia, “donde su plantilla es mucho menor”, gracias a la presión del Ejecutivo autonómico. Emerbask firmó un convenio provincial en el territorio vecino que, sin embargo, se negó a trasladar a Álava, donde sigue vigente desde junio de 2013 el convenio estatal.

“Los tribunales nos dieron la razón cuando pedimos la aplicación del convenio anterior a junio de 2013, por el cual deberíamos trabajar 1.733 horas anuales. Sin embargo, metemos más de 2.000 horas al año. Por otro lado, el convenio estatal que nos aplica la empresa fija un máximo de 1.800 horas. No tiene sentido, lo mires por donde lo mires”.

De esta manera, se ha enquistado un conflicto que desde el 2 de febrero de 2014 mantiene en huelga general a los trabajadores del transporte sanitario urgente de Álava. Los trabajadores de las ambulancias concertadas o no asistenciales, que son más del doble y pertenecen a la firma Larrialdiak, se desvincularon de la huelga tras firmar un acuerdo para conseguir un convenio provincial, con lo que el impacto de la huelga se redujo.

  • Servicios mínimos del 100%

Unos servicios mínimos del “100%” tienen como consecuencia que el derecho a huelga en el transporte urgente sanitario “no está garantizado. Es como el del Ejército. Algunos días realizamos servicios de manera escandalosa y no podemos casi ni parar a mear durante todo el turno de doce horas. Muchas veces, solicitan nuestra presencia en casos no urgentes, como una torcedura de tobillo, que pueden asistir las ambulancias concertadas. En ocasiones, llamas al portero del domicilio y te dicen ahora bajo”. Por esta razón, la huelga general carece efectividad, lo que reduce la capacidad de maniobra de la plantilla de Emerbask a los tribunales.

El Tribunal Supremo ya obligó a Emerbask a devolver a sus trabajadores la bajada salarial del 20% que les aplicó durante dos meses en 2013. Varias sentencias dan también la razón a la plantilla con respecto a la reducción del 12,36% que sufre actualmente. El caso ha llegado una vez más al Tribunal Supremo, que “probablemente emitirá de nuevo un veredicto favorable”, ya que los procesos son similares.

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