Inicio Laboral Alex León: «Marktel me despide por organizar a la plantilla contra los abusos laborales»

Alex León: «Marktel me despide por organizar a la plantilla contra los abusos laborales»

por Colaboraciones

En los últimos meses han irrumpido en la escena política multiplicidad de conflictos sindicales que expresan el deterioro del nivel de vida de la clase trabajadora, pero también la predisposición de muchos sectores a enfrentar los planes de la patronal y el Gobierno. Conversamos con uno de los protagonistas de estos conflictos. Alex León es un joven precario que junto a varios compañeros y compañeras lleva meses organizando con su sindicato CGT una sección sindical combativa en Marktel. Esta iniciativa de organización básica en el lugar de trabajo ha desatado la ira del marqués de Vivancos, el aristócrata dueño de esta empresa del telemarketing.

Recientemente fruto de esta actividad sindical Alex ha sido despedido. El próximo martes 28 de diciembre han convocado una concentración en una de las oficinas de la empresa y preparan el plan de lucha para su readmisión y combatir los abusos y el despotismo de esta empresa. En esta entrevista nos cuenta su historia.

Puedes contarnos la situación, ¿cómo y porqué fuiste despedido?

Yo trabajo en la campaña de Bankia que, al fusionarse con Caixa, se convirtió en una nueva campaña de CaixaBank. Por esta fusión todos los trabajadores tuvimos que hacer una formación de los nuevos aplicativos que íbamos a utilizar tras la fusión. Me echaron con un despido disciplinario con la excusa de utilizar mal un aplicativo. No he tenido ninguna falta a lo largo de los casi 3 años que llevo trabajando en Marktel, pero parece ser que desde que me empecé a organizar sindicalmente junto a mis compañerxs, buscaban cualquier excusa para despedirme. No es la primera vez que hacen esto. Hace unos años hicieron lo mismo con otros trabajadores organizados.

¿Qué tipo de empresa es Marktel?

Es una empresa que está contratando y despidiendo constantemente. En el sector del telemarketing, que ya es muy precario de por sí, Marktel es conocida por el dumping social, que es cuando se imponen peores condiciones laborales que el resto de empresas del mismo sector. Marktel busca además un perfil de trabajadores en situación vulnerable como madres solteras, personas migrantes, jóvenes que buscan su primer empleo.

Otro ejemplo claro es que una de las oficinas está ubicada en Portugal, pero en la línea fronteriza con Badajoz. Los trabajadores tienen que cruzar diariamente la frontera y así se les aplican las condiciones laborales de allí, que son peores. Este tipo de empresas se aprovecharon de las reformas laborales. Por ejemplo, en 2014, UGT junto a la patronal de la empresa firmaron un convenio propio peor que el convenio de telemarketing. Gracias a todo esto, Marktel ha tenido un gran crecimiento en los últimos 10 años a costa de rebajar los costes de las condiciones laborales de sus trabajadores.

¿Cuáles son vuestras condiciones laborales?

Nuestros salarios no dan para vivir, además ahora que está subiendo el IPC, ha subido el precio de la luz, y tenemos más gastos por teletrabajo, la situación ha empeorado notablemente. Estamos cobrando mensualmente entre 60 y 100 euros menos al mes respecto a un trabajador de otra empresa del mismo sector. En mi caso cobro unos 90 € mensuales menos, que al año hacen unos 1100 euros.

Pero no solo eso, también otros derechos laborales han sido rebajados. No se nos respetan todas las pausas visuales que por nuestra actividad son muy importantes para la salud laboral, tenemos 5 minutos menos que el resto de trabajadores de otras empresas y 10 minutos menos de descanso a la hora de la comida. También otros muchos aspectos como solo 1 día de permiso por mudanza respecto a 2 del convenio de sector. Añadimos a esto que no se están pagando correctamente las horas extra o que cobramos a partir del día 10 de cada mes.

La gran mayoría de trabajadores están usando sus propios equipos e internet desde que impusieron el teletrabajo incluso lo piden como requisito en las nuevas ofertas de trabajo, algo que evidentemente es una vulneración de derechos.

Evidentemente estas condiciones los llevaron a organizarse sindicalmente…

Claro. Yo por mi parte empecé a ver la necesidad de organizarme desde que vi que no existía un comité de empresa. Además, rápidamente me di cuenta de que se incumplían muchos derechos laborales. Al poco de entrar me contaron que habían despedido a 3 chicas por preguntar a una superior a qué hora estaban previstas las 2 horas de paro por la huelga del 8M.

La presión a la que nos someten es totalmente abusiva pero como quieren ahorrar costes tienen a menos personal del necesario. Para intentar aumentar el rendimiento algunas coordinadoras se pasaban el día gritándonos “¡hay cargas, hay cargas!” para que agilizáramos las llamadas en vez de contratar a más personal.

La gota que colmó el vaso y que además nos dio la oportunidad de crear la sección fue un hilo que hice en twitter contando una experiencia en la que se me rompió mi ordenador y mi coordinadora me metía presión para que lo arreglara lo antes posible, corriendo yo con los gastos, claro. Al ver que era imposible me consiguieron un ordenador, pero pretendían que fuera a buscarlo en mis vacaciones. Mi jefa me llamó diciéndome que era increíble que habiéndome conseguido un ordenador tan rápido no fuera a buscarlo (en mis días libres) y acabamos a gritos. El hilo de twitter se hizo viral, y cantidad de trabajadores de Marktel me contactaron y decidimos crear la sección sindical en CGT.

¿Cómo reaccionó la empresa tras constituir la sección?

Tras comunicar la creación de la sección, rápidamente notamos un cambio de actitud hacia nosotros. Llegaron a reunir a trabajadores de las diferentes campañas para darles nuestros nombres y apellidos y decirles que éramos unos problemáticos y que CGT tiraba huevos a los edificios en su sede de Valencia. También les insinuaron que despedirían a quien se juntara con nosotros.

Todo esto porque empezamos a denunciar su convenio fraudulento y a organizar paros parciales una vez a la semana. Lo que conllevó que un juez dictara sentencia en contra de Marktel y su convenio. Esto la empresa se lo tomo como una afrenta intolerable y se dispusieron a tomar medidas contra mí y muchos de mis compañeros de la sección. No soy el primero al que despiden o sancionan por nuestra actividad sindical.

¿Qué pasos estáis dando en la sección desde que conociste el despido?

Lo primero fue mandar un comunicado dando a conocer a todos los trabajadores que me habían despedido por cuestiones sindicales. Estamos terminando de crear la papeleta en el SMAC y la denuncia que vamos a interponer por vulneración de derechos fundamentales.

Pero además estamos preparando una campaña que denuncie tanto las condiciones de precariedad como la represión sindical por parte de Marktel, porque este no es ni el primer despido ilegal ni el último caso de represión sindical en la empresa. Hemos convocado una primera concentración frente a la sede de Manuel Tovar 35 el próximo martes 28 de diciembre a las 12h para exigir mi readmisión y el fin de la represión sindical en Marktel.

Desde CGT somos conscientes de que mi despido es un despido nulo, fruto de mi actividad sindical como he explicado a lo largo de esta entrevista. Por lo tanto, hay muchas posibilidades de que en los juzgados lo echen para atrás. Su intención con esto es por un lado atemorizar a la plantilla y por otro lanzar un aviso a navegantes: que Marktel no va a tolerar ninguna actividad sindical que se salga de los marcos a los que está acostumbrada. Probablemente también quieren favorecer la situación para poder resolver esto con unos cuantos miles de euros como indemnización.

Pero conmigo y mi sindicato se han equivocado. Nosotros no aceptamos nada que no sea mi readmisión. Así queremos demostrar que se puede luchar contra los abusos de las empresas y que la clave no pasa por esperar a un mejor o peor juez, sino por la auto organización y la movilización de los trabajadores.

¿Crees que tu situación de represión sindical es algo excepcional?

No soy el primero, ni el único represaliado sindical en el Estado español. Existen cientos de casos. En las últimas semanas, junto con las demostraciones de apoyo y solidaridad, estoy conociendo también muchísimos casos de trabajadores que han sido despedidos por organizarse en sus empresas. En Iveco Madrid, en Servisa en Huelva, en Decathlon también en Madrid, en ITCPCB en Euskal Herria, en el metal de Cádiz. Y estoy seguro de que en otras muchas empresas del país están despidiendo o reprimiendo sindicalmente a los sindicalistas más combativos.

Es una lacra que debemos eliminar y esto solo lo podemos conseguir organizándonos en nuestros centros de trabajo, en nuestros sectores, en los sindicatos más combativos de cada rama y coordinando nuestras luchas.

La batalla que estáis dando en Marktel es parte de un proceso más extendido de lucha contra la precariedad…

Claro, Marktel no es una empresa aislada del mundo. Es solo una empresa más que utiliza las reformas laborales en su beneficio. En una reunión con el abogado de Marktel, Sotero Casado, nos confesó que ellos no han creado las leyes, que solo se están aprovechando de ellas.

La situación de precariedad en el Estado español no solo tiene que ver con las reformar laborales del PP y PSOE, es una cuestión estructural que viene de mucho antes, pero sí que estas reformas han avanzado para, por ejemplo, abaratar el despido y perder la capacidad negociadora de los trabajadores. En el caso de Marktel la prevalencia del convenio de empresa al de sector empeorando condiciones es lo que más nos afecta.

Actualmente, el 48% de los trabajadores somos precarios, bien sea porque tenemos contratos temporales, a tiempo parcial, o cobramos en realidad por debajo del SMI. Esto es una situación a la que hemos llegado tras años en los que los principales sindicatos han pactado con Gobiernos y Patronal y han tratado de pasivizar a los trabajadores. Es escandaloso que en la situación actual en la que el IPC ha subido casi un 6%, en la que la mayoría de familias no pueden pagar la luz, o en el que el 80% de los salarios no cubren el coste de la vida, los sindicatos estén negociando a puerta cerrada una nueva reforma laboral, que por lo que estamos viendo no implica ninguna mejora.

La única solución global es nuestra capacidad para coordinar las luchas de todo el Estado para no solo actuar de manera defensiva en las acciones sindicales que hagamos, sino para organizar un plan de lucha que opte por la derogación de las reformas laborales y pelee por la subida de salarios o el reparto de horas de trabajo.

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