Al grito de “Prou deslocalitzacions, Mahle no es tanca” (Basta de deslocalizaciones, Mahle no se cierra) una multitudinaria manifestación en Vilanova i la Geltrú, capital de la barcelonesa comarca del Garraf, ha denunciado el cierre de la planta anunciado por la dirección de la empresa para el próximo 28 de enero, que pretende dejar en la calle a los más de 340 trabajadores de la plantilla, después de 60 años de beneficios.
La protesta comenzó a las 12 del mediodía en la Plaça de la Vila, donde se realizaron varios parlamentos, para recorrer a continuación el centro del municipio. Convocada por el comité de empresa y respaldada por CCOO, UGT y CGT, ha contado con la participación de los trabajadores afectados por el cierre, representantes políticos y sindicales y vecinos del municipio y de la comarca que los han querido apoyar.
Durante los parlamentos, el presidente del comité de empresa, Narciso Pineda, ha lamentado que la dirección de Mahle no haya tenido la sensibilidad de intentar minimizar los daños que supone un cierre después de 60 años de beneficios de su planta en Vilanova i la Geltrú. Un cierre, ha añadido, que es una deslocalización de “manual” para trasladar la producción a países como Portugal o Polonia con costes laborales más bajos. “Que no nos vendan que no tienen beneficios o que lo hacen porque el motor de explosión se acaba porque no nos lo creemos”, ha remachado.
Pineda ha recordado que el cierre de la planta de Mahle no solo afectará a los más de 300 trabajadores que perderán el trabajo, sino al conjunto de la comarca que sufrirá los efectos directamente. Aquí, ha agradecido el apoyo de los concentrados y ha asegurado que los trabajadores de Mahle no se quedarán con los brazos cruzados y que lucharán para defender sus derechos.