Comunicado del Secretariado Permanente del Comité Confederal de la CGT
Cumplir años y envejecer es algo que nos afectará a todos y a todas. La lucha por unas condiciones de trabajo dignas es importante. Es una lucha por el aquí y ahora, y también por nuestro futuro y el de nuestras familias. Sin embargo, hace falta tener en cuenta una cuestión más para que esa lucha no carezca de verdadera perspectiva. Por ello, hay que empezar a pensar que el problema de las pensiones nos afecta a todos y a todas, y nos afecta mucho.
Con independencia de la edad que tengamos y de nuestra situación actual, todos y todas aspiramos a que, algún día, podamos dejar de trabajar. Por ello, es imprescindible aclarar, en primer lugar, que las pensiones no sólo afectan a aquellas personas que ya están jubiladas o que están en una edad próxima a la jubilación. Es más, a quienes menos afecta el problema y el futuro de las pensiones es a quienes ya las están cobrando.
Las pensiones dependen en buena medida de los puestos de trabajo de las personas que se encuentran en activo. A mayor precariedad, más incertidumbre en materia de pensiones. Por ello, la lucha para garantizar nuestro futuro debe ser integral, pensando no solo en el hoy, sino también en el mañana.
El reciente Pacto de los mal llamados agentes sociales (CCOO-[1]UGT-CEOE-CEPYME) con el gobierno, normaliza la precarización de las actuales pensiones, comprometiendo las futuras, con una intención clara de desmantelar el sistema público de pensiones para privatizarlas con el objeto de aumentar los beneficios de los más ricos a costa del bienestar de la clase trabajadora.
Declaraciones como las del ministro de Exclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, deberían de ponernos en guardia, más si cabe. El ministro ha declarado que las personas nacidas entre 1950-1970 (los nacidos en el babyboom) tendrán que hacer un esfuerzo complementario, o lo que es lo mismo: jubilarse más tarde y cobrar menos. Respecto a los nacidos después de 1970 la situación puede ser aún peor, si seguimos esta lógica.
Por eso, desde la CGT hacemos un llamamiento a toda la clase obrera, sin exclusiones. Con independencia de la fecha de nacimiento de cada cual, el problema de las pensiones es un asunto
crucial para el futuro de todos y todas. Es imprescindible una participación masiva en las próximas movilizaciones para reivindicar un sistema público de pensiones, y a ella deberíamos acudir personas de todas las edades, tanto pensionistas como en activo.
Debemos entender de una vez que, cuando nos hacen sentir fuera del problema, ya nos están ganando la batalla.
TRABAJADOR@, ESPABILA, LA PENSIÓN QUE VAN A RECORTAR ES LA TUYA
Cumplir años y envejecer es algo que nos afectará a todos y a todas. La lucha por unas condiciones de trabajo dignas es importante. Es una lucha por el aquí y ahora, y también por nuestro futuro y el de nuestras familias. Sin embargo, hace falta tener en cuenta una cuestión más para que esa lucha no carezca de verdadera perspectiva. Por ello, hay que empezar a pensar que el problema de las pensiones nos afecta a todos y a todas, y nos afecta mucho.
Con independencia de la edad que tengamos y de nuestra situación actual, todos y todas aspiramos a que, algún día, podamos dejar de trabajar. Por ello, es imprescindible aclarar, en primer lugar, que las pensiones no sólo afectan a aquellas personas que ya están jubiladas o que están en una edad próxima a la jubilación. Es más, a quienes menos afecta el problema y el futuro de las pensiones es a quienes ya las están cobrando.
Las pensiones dependen en buena medida de los puestos de trabajo de las personas que se encuentran en activo. A mayor precariedad, más incertidumbre en materia de pensiones. Por ello, la lucha para garantizar nuestro futuro debe ser integral, pensando no solo en el hoy, sino también en el mañana.
El reciente Pacto de los mal llamados agentes sociales (CCOO[1]UGT-CEOE-CEPYME) con el gobierno, normaliza la precarización de las actuales pensiones, comprometiendo las futuras, con una intención clara de desmantelar el sistema público de pensiones para privatizarlas con el objeto de aumentar los beneficios de los más ricos a costa del bienestar de la clase trabajadora.
Declaraciones como las del ministro de Exclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, deberían de ponernos en guardia, más si cabe. El ministro ha declarado que las personas nacidas entre 1950-1970 (los nacidos en el babyboom) tendrán que hacer un esfuerzo complementario, o lo que es lo mismo: jubilarse más tarde y cobrar menos. Respecto a los nacidos después de 1970 la situación puede ser aún peor, si seguimos esta lógica.
Por eso, desde la CGT hacemos un llamamiento a toda la clase obrera, sin exclusiones. Con independencia de la fecha de nacimiento de cada cual, el problema de las pensiones es un asunto crucial para el futuro de todos y todas. Es imprescindible una participación masiva en las próximas movilizaciones para reivindicar un sistema público de pensiones, y a ella deberíamos acudir personas de todas las edades, tanto pensionistas como en activo. Debemos entender de una vez que, cuando nos hacen sentir fuera del problema, ya nos están ganando la batalla.
ES UN ATAQUE A LOS PENSIONISTAS, ES UN ATAQUE A LA CLASE TRABAJADORA. ¡DEFIENDETE