IMG_0040-1La CGT, sindicato que, entre otros, ha legalizado esta huelga indefinida, apoya y respeta la voluntad de los trabajadores autónomos y de las contratas del grupo Telefónica

La CGT considera lamentable que las cúpulas sindicales de UGT y CCOO intenten romper la huelga de las subcontratas de Movistar, mediante todo tipo de maniobras y manipulaciones. El último, por ahora, y más bochornoso de estos comportamientos anti obreros lo representa la firma de un ambiguo acuerdo -que no contempla respuestas a ninguna de las demandas que han dado lugar al largo conflicto- con la patronal, con el que esperaban que los trabajadores acataran la desconvocatoria que dichos aparatos sindicales lanzaron ayer, y del que se hicieron amplio eco todos los medios de comunicación; muchos de los cuales ni siquiera habían informado de esta huelga, que dura más de un mes, ni mucho menos de las justas demandas de los huelguistas.

Desde CGT queremos aclarar que CCOO y UGT no pueden desconvocar la huelga indefinida, que está legalizada, junto a otros sindicatos, por la CGT, pero sobre todo no es ético intentarlo sin consultar a los trabajadores afectados. De hecho, no han preguntado sobre el acuerdo y la continuidad de la lucha ni a su propia afiliación. Valoramos como muy positiva la respuesta de quienes no se han dejado engañar ni presionar y han decidido continuar con sus reivindicaciones.

La CGT apoya y respeta la voluntad de los trabajadores autónomos y de las contratas de Movistar, y seguirá prestando toda la solidaridad necesaria para la continuidad de la huelga indefinida, al mismo tiempo que denuncia el vergonzoso y reiterativo comportamiento de UGT y CCOO como instrumentos valiosos de la patronal para someter a los trabajadores y trabajadoras, precarizando sus salarios y condiciones laborales y sociales.

En el día de hoy, y como medida complementaria a la traición de los sindicatos del régimen, la policía ha detenido en sus domicilios a cinco huelguistas de Movistar, sin ninguna otra razón aparente que la de contribuir a la campaña organizada para colaborar con Telefónica en la ocultación del conflicto (en un mes, los principales medios la han ignorado totalmente) y, fracasada esta primera fase, pasar a la represión directa sobre quienes no han realizado otra acción que defender sus derechos y los de sus familias a una vida y un trabajo dignos.

La CGT considera muy grave todos estos atentados a la libertad sindical y los derechos fundamentales de los ciudadanos y trabajadores, al tiempo que exige la libertad sin cargos de los detenidos, la negociación de un acuerdo que dé solución a las demandas de los trabajadores de las contratas de Movistar y el respeto absoluto a las decisiones que las personas afectadas tomen libremente.

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