Varios cientos de personas marcharon ayer desde la sede del Gobierno Vasco de la Gran Vía, hasta las diputación de Bizkaia, para denunciar que las autoridades políticas, ahora con la excusa de la pandemia, quieren profundizar en un modelo económico y social insostenible, agudizando la crisis existente. Los colectivos que han apoyado esta manifestación exigen un cambio de dirección rotundo, formando una red de relaciones y activando una sociedad que dé pasos hacia una transición ecológica y social justa.
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El sistema socioeconómico ha rebasado los límites biofísicos del sistema tierra y ambos sistemas se acercan al colapso. Tras la crisis sanitaria, nos enfrentamos al agotamiento de los recursos energéticos y materiales, el cambio climático, la grave erosión de la biodiversidad y la crisis del capitalismo global.
Los gobiernos rescatan a las grandes empresas, como el decreto de los fondos europeos aprobado por el Parlamento, impuesto por la CEOE, donde establece las disposiciones generales para la gestión y ejecución de las actuaciones financiables con los fondos europeos, de los que España recibirá 140.000 millones de euros, donde la mayor parte de estos fondos se los llevarán empresas como: Telefónica, Iberdrola, Repsol, Cepsa, Acciona, etc.
Estos fondos estimulará nuevamente la generación de deuda, con la que trapicheará la banca, cebando a los principales agentes financieros que se dedican a la especulación. Se frenarán los salarios y la inversión, aumentará el paro y la precariedad, pero los dividendos seguirán aumentando.
Está claro de detrás de la pandemia está la destrucción de la naturaleza ocasionada por este modelo económico insostenible, por la cría industrial de animales que son fábricas de replicación y mutación de virus, por la deforestación e invasión de los hábitats salvajes, la agricultura intensiva y la aceleración del cambio climático.
El discurso de los medios de comunicación de la cultura dominante, de impulsar el crecimiento: “Verde y Digital y sostenible”, con la canalización de grandes cantidades de dinero, como los fondos europeos, hacia el sector privado, nos lleva a un mundo vacío de recursos y lleno de residuos, donde las corporaciones privadas se consolidan como instituciones dominantes, capaz de alinear al entramado institucional, con arreglo al imperativo de acumulación de capital, donde el dinero público termina engrosando las cuentas de las élites capitalistas.
Un nuevo modelo socioeconómico es posible, un modelo ecosocialista, mediante el establecimiento de las condiciones para el control democrático de la totalidad de las instituciones incluyendo las económicas, en base a la participación popular real en la toma de decisiones, donde el pueblo tome el puesto de mando, porque lo que esta pandemia ha revelado es que los bienes y servicios deben de situarse fuera de las leyes de mercado (como actualmente está pasando con las vacunas) y es que es una locura delegar nuestra salud, nuestros cuidados, nuestra alimentación, nuestra protección en manos de capitalistas que solamente buscan su propio beneficio.