Sin fronteras, porque no somos dueño del mundo, solo vivimos en él. El poder no entiende de fronteras sino de medios para obtener más riqueza. No existen fronteras para expropiar recursos naturales o imponer políticas para recuperar su dinero  aunque se provoquen guerras, hambre para que obtenerlos, pero si hay fronteras para las personas que huyen de la guerra, de la pobreza, provocada por su avaricia. Los Gobiernos en vez de establecer políticas basadas en el reparto equitativo de los recursos del planeta, han decidido levantar barreras porque son una fuente de jugosos beneficios privados, por la venta de tecnología punta de vigilancia y por la privatización de los controles migratorios. Desde 1988 más de 13.000 inmigrantes han desaparecido en el mar intentando llegara a Europa. Los poderosos grupos de presión, ante una población castigada con el paro  y la permanente amenaza de pobreza,  incentivan campañas  para provocar el miedo en la población. Se utiliza a las personas migrantes como chivo expiatorio, se les  llaman invasores, se les trata como criminales y consumidores de fondos sociales, con el resultado del aumento del odio y la xenofobia, para desviar la atención sobre los verdaderos culpables. Sin deuda, porque si no debemos, no pagamos. Porque la deuda es ilegitima porque es contraída, creada y utilizada contra los intereses de los ciudadanos del país. La imposición de Europa del control anual de la deuda, ha servido de coartada para el recorte de los servicios públicos y la privatización de las empresas públicas. La deuda es actualmente de 1 billón de euros, el 100% del PIB. Las causas del endeudamiento público no se deben a un excesivo gasto social sino a la cesión de la financiación a la banca privada para que esta hiciera negocio, a la especulación que creo dinero de la nada, a los paraísos fiscales que evitan una financiación sin deuda, un despilfarro en infraestructuras y gastos militares, en subvenciones a empresas privadas y rescates a bancos. Se salvan a los bancos en crisis, para lo cual se han destinado 108.000 millones y se deja hundir a las personas. Así se han desahuciado a más de 400.000 familias, se recortan los salarios, las pensiones y las prestaciones sociales,  mientras los bancos europeos han obtenido enormes beneficios, gracias a que el BCE les presta al 1% ,un dinero que después dedican a la compra de deuda griega, española, irlandesa o portuguesa con rendimientos entre el 5% y el 12%. Sin miedo, porque no queda otra que desobedecer. Frente a las leyes y políticas injustas la única opción es la desobediencia. Hoy, cada  vez más,  la ciudadanía detesta la corrupción, la impunidad, las puertas giratorias entre lo público y lo privado, el expolio sistemático con la privatización de los servicios públicos Desobedecer , es decir,  la ocupación de plazas, bancos, supermercados, y pisos, el no pago de los transportes públicos, autopistas, etc., se convierte en algo cotidiano y apoyado cada vez más por la población. Porque la desobediencia, como ha demostrado la historia, ha permitido conseguir avances en su momento inimaginables. Hoy como ayer, el futuro es de las personas que no tienen miedo, creen en los de abajo y desobedecen. M15M Bizkaia

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