¡Increíble!, Deia denuncia el malestar de los sindicatos nacionalistas en Euskotren y anuncia la convocatoria desde el comité de empresa de un paro por los contratos a dedo de la dirección socialista. A lo largo de 30 años las direcciones nacionalistas de la empresa han hecho exactamente lo mismo. Se ve que los nacionalistas están legitimados para el tráfico de influencias, el nepotismo y el clientelismo. Es, el quítate tú para ponerme yo. Es el navajeo para copar el poder.
Las mafias político-sindicales de cualquier color, no se contentan con acomodar a sus políticos de cabecera cuando pierden sus puestos después de las elecciones, en la administración y en las empresas públicas que controlan, sino que tratan de colocar a sus cuadros de segundo nivel en puestos fijos de la dirección de estas entidades. Este segundo nivel está constituido en su mayoría por los jefes sindicales. Es el precio que se paga por su fidelidad, no por su competencia, que se demuestra por su buen hacer de palmeros en los mítines y actos del partido.
Y todo ello bajo el beneplácito de una mayoría de trabajadores y trabajadoras que confunden los colores con los valores. Y lo más importante, es que cada vez menos personas confían en los sindicatos al meternos a todos en el mismo saco. La CGT desde siempre ha estado denunciando este tipo de prácticas, incluso en el juzgado. Ha propuesto un código ético para los representantes sindicales que no ha sido aceptado por los nacionalistas y sí firmado, precisamente, por algunos de los socialistas nombrados a dedo.