El movimiento Nuit debout lleva 2 meses regresando cada tarde y desmontando a las 12 de la noche, resignificando las plazas públicas con un sentido político.Esta presencia de gente organizándose, protestando, conociéndose y cooperando entre sí con alegría, en unión con trabajadores y estudiantes que hacen frente a Reforma Laboral del Gobierno de Hollande.
A 1 de Junio los trabajadores del sector ferroviario francés lanzan una huelga contra la reforma laboral, paralizando los transportes galos. Hasta ahora eran refinerías, gasolineras y centrales nucleares. Ahora, también los trenes hacen huelga contra la política laboral del Ejecutivo francés, lo que preocupa a las autoridades, que a nueve días del comienzo de la Eurocopa no parecen ver solución.
El Gobierno de Hollande no podía prever el desborde ciudadano. Un grupo reducido de activistas, la mayor parte agrupados en torno a ” Convergencia de luchas”, planificó quedarse a pasar la noche del 31 de marzo, día de la gran movilización sindical. “Necesitábamos comunicar que no íbamos a volver a casa, que íbamos a seguir en pie, sin detener la protesta”
El movimiento se enfrenta a numerosos retos internos y externos. En su interior conviven diferentes estrategias, tácticas y concepciones muy diversas de la hoja de ruta a seguir. Las personas que participan en el movimiento han convertido la plaza de la República en un ágora polivalente donde se pueden encontrar proyecciones, arte en muy variadas formas, bibliotecas, comedores gratis y muchos stands en apoyo a diferentes causas. A su alrededor es fácil ver reunida a alguna de las 80 comisiones y grupos de trabajo que se han creado, así como la cita diaria con la asamblea general.
El 76 de marzo, 15 de mayo en el resto del mundo, la plaza registró una asistencia espectacular. Desde la megafonía de la asamblea general se pidió que todo el mundo se sentara. Como si fuera la ola en un estadio de fútbol, a una señal, la gente empiezó a levantarse y estallar en gritos de alegría y aplausos. En los ojos de los participantes se nota la ilusión de estar haciendo algo grande y se puede leer aquel microrrelato de Jean Cocteau: “Lo consiguieron porque no sabían que era imposible”.