Comunicado de la Secretaría Permanente del Comité Confederal de la CGT Catalunya
La lucha de la CGT busca la construcción de un futuro individual y colectivo en libertad e igualdad. Esto implica nuestra autogestión cotidiana como trabajadores y trabajadoras y nuestra autodeterminación también como pueblo. Y esto es aplicable a los y las catalanas y en el resto de pueblos del mundo.
Partiendo de esta premisa, la proclamación de un nuevo gobierno en Cataluña no nos genera ninguna satisfacción, sino todo lo contrario. En primer lugar, porque es un gobierno que pivota en torno al principal partido de la burguesía catalana, Convergencia Democrática de Cataluña, un partido que nunca ha dudado a la hora de promover o apoyar medidas contra la gran mayoría de la población: reformas laborales , ley de desahucios exprés, aumento tasas universitarias, privatizaciones, recortes, etc.
En segundo lugar porque desconfiamos que CDC y la burguesía quieran promover un proceso real de autodeterminación de los y las catalanas. Al fin y al cabo, representan los intereses de clase dominante de las 400 familias más poderosas del país. Tenemos la sospecha de que la política catalana desde hace años gira en torno la escenificación y el tacticismo político, sin afrontar los problemas sociales reales y las desigualdades crecientes. Y la argumentación que hay detrás del acuerdo que ha facilitado la investidura del nuevo presidente refuerza esta impresión.
Uno de los principales peligros de una política interclasista es la moderación consciente o inconsciente de la expresión del conflicto social en las calles y en los centros de trabajo. Desde la CGT alertamos de esta grave posibilidad en la lucha por los derechos de la clase trabajadora. Mientras el capitalismo sigue agrediendo, sería un tremendo error perder el foco de la lucha social, reflejada por el día a día de la agenda política institucional o por manipuladoras llamadas a la estabilidad y la paz social.
Qué estabilidad sería esta? La de los cientos de miles de trabajadoras que sufrimos la precariedad? La de los explotados, la de los parados? Qué paz social? La de la rendición unilateral en la autodefensa de la clase trabajadora?
El camino está en las asambleas en los centros de trabajo y en los barrios, en las ocupaciones de tiendas de Movistar, en el enfrentamiento con la política sanitaria del ICAM, en las huelgas, las manifestaciones, las campañas de solidaridad, etc. En la organización colectiva, a nivel sindical o a nivel de movimiento sociales. Desgraciadamente, ya estamos acostumbrados a sufrir gobiernos burgueses. Nuestro paso nos lo debemos marcar nosotros y nosotras, y no ningún gobierno, ni ninguna institución, ni la burguesía, ni sus medios de comunicación domesticados.
Si tenemos que volver a pensar y valorar algo es, de hecho, como incrementar desde cada uno de los espacios donde nos encontramos la confrontación directa con el poder. El poder económico y los poderes que le apoyan, entre ellos el político.
Por ello, pasados los días inmediatos a la proclamación del nuevo presidente de la Generalidad de Cataluña por parte del Parlamento, desde la CGT hacemos un llamamiento a fortalecer las luchas. Y nos dirigimos especialmente a los movimientos populares instándoles a mantener la plena autonomía ideológica, de análisis y de lucha. La de la CGT nos comprometemos a seguir estando allí donde hemos estado siempre y, en la medida en que seamos capaces de hacerlo, a construir espacios de lucha más efectivos de confrontación con el Estado y con el Capital. Y, evidentemente, en la defensa de nuestra plena autodeterminación, también como pueblo. En esta lucha nos hemos de encontrar todos que anhelamos la revolución social y la libertad.
Barcelona, a 12 de enero de 2016
Secretaría Permanente del Comité Confederal de la CGT Catalunya
