Con un gran despliegue policial en los alrededores del palacio de Euskalduna hoy a tenido lugar una concentración de varios centenares de personas, convocada por numerosos colectivos sociales, sindicales y políticos con motivo de la visita de Jyrki Katainen vicepresidente de la Comisión europea, responsable de Fomento del Empleo, Crecimiento, Inversión y Competitividad, enviado por la Troika, principal impulsora tanto del TTIP como del Plan Juncker.
El objetivo de la concentración ha sido el protestar contra las políticas que pretenden privatizar el dinero público de todas contempladas en el Plan Juncker, el cual consideramos un ataque directo contra los derechos de las personas y los pueblos. Un ataque orquestado por la Troika, apuntalado por las élites económicas y políticas, e impulsado mediante el tratado transatlántico TTIP. Un ataque que busca favorecer aún más, seguir enriqueciendo aún más a unos pocos, a una élite, en detrimento de la mayoría.
Un plan que, al igual que el TTIP, apuesta por las grandes infraestructuras como método de seguir destinando miles de millones de dinero público a bolsillos de constructoras y empresarios en vez de destinarlo a cubrir las necesidades de las clases populares. Un plan que ahonda en la explotación incontrolada y agresiva de los recursos naturales, y que impulsa grandes procesos privatizadores de los sectores públicos. Un plan que limita la soberanía de las personas y los pueblos, dejando la capacidad de legislar en manos de las grandes empresas. Un plan que lejos de solucionar el grave problema del empleo, lo agrava, impulsando la desregularización en todos los sectores. En definitiva, un plan que ahonda en el empobrecimiento al que estas políticas nos condenan.
Estos colectivos consideran sumamente grave que la élite que se encuentra hoy en el Palacio Euskalduna, los que se dicen representantes de la ciudadanía, con el lehendakari a la cabeza, acepten, hagan suyas y se muestren sumisos a las políticas que el señor Katainen pretende imponernos. Afirmamos rotundamente que los que aceptan las políticas impuestas por la Troika, ni representan ni defienden nuestros derechos, los derechos de la mayoría, sino que únicamente gobiernan para satisfacer las exigencias de los mercados y sus intereses.
