Junta_bbva_2016_7Intervención en la Junta de accionistas BBVA el viernes 11 de Marzo de 2016

Buenas tardes Sr. González, miembros del Consejo de Administración y señoras y señores accionistas.

Mi nombre es Marta Castellnou y les hablo como miembro del Centro Delàs de Estudios por la Paz y en nombre de las decenas de accionistas que han cedido un total de 318.726 acciones a la campaña BBVA sin armas, de la que forman parte las organizaciones Setem, ODG, Rets, Justícia i Pau y mi entidad.

BBVA aparece en el informe de Don’t Bank on the Bomb como la institución financiera española que más relación tiene con las empresas de armamento nuclear con 3.170 millones de Dólares (2.820 M €). Es así como su actividad de financiación se desarrolla tanto en la participación activa en préstamos sindicados, como en la emisión de bonos.

Desde el año 2012 hasta la actualidad, BBVA ha dado créditos a empresas de armamento nuclear por un valor aproximado de 2.776 millones de dólares. De esta manera, el BBVA colabora en dos de los tres préstamos que se otorgaron a la empresa norteamericana Boeing. Boeing es una empresa que abastece, repara y realiza el mantenimiento, tanto en el ejército americano como en el ejército británico, de misiles Trident. Se trata de misiles balísticos intercontinentales para submarinos M51, siendo capaz, cada misil, de lanzar 12 cabezas nucleares a 12 objetivos distintos.

BBVA también mantiene 3 préstamos que se otorgaron a la empresa Finmeccanica. Finmeccanica centra parte de su actividad económica en el diseño y el desarrollo de vehículos de transporte para los misiles Minuteman III. Jacobs Engineering, otra empresa del sector nuclear, también se beneficia de la financiación del BBVA con dos préstamos. Se trata de una de las empresas inversoras en la corporación Atomic Weapons Establishment, las instalaciones del gobierno del Reino Unido responsables de la fabricación del arsenal atómico del ejército inglés. Su actividad se centra especialmente en la construcción de misiles Trident. Junto a estas empresas, otras, como Badcock & Wilcox, General Dynamics o Thales también se han beneficiado y se siguen beneficiando de préstamos del BBVA para desarrollar su actividad de fabricación de armas nucleares.

Igualmente el BBVA participa en la emisión de bonos a empresas como Aecom, empresa que participa en el mantenimiento de la infraestructura de Nevada National Security Site, un complejo clave en EEUU para la producción de armas nucleares. Al igual que con otras empresas como, por ejemplo, Airbus Group o Honeywell International especializadas en la fabricación de submarinos-lanzadera M51 así como en los circuitos de los misiles Trident.

Como ve, Sr. González, nos preocupa el peligroso vínculo existente entre su banco y las empresas que producen armas nucleares, este hecho resulta especialmente flagrante habiéndose conmemorado el pasado año el 70 aniversario del lanzamiento de las bombas nucleares en las ciudades de Hiroshima i Nagasaki. Es por todos ustedes conocido el terrible efecto que estas armas de destrucción masiva provocan durante generaciones en las poblaciones que han sido víctimas de sus devastadores efectos, así como en el medio ambiente.

¿Está el BBVA dispuesto a ser corresponsable de una nueva catástrofe nuclear de este tipo?

De igual modo, queremos denunciar las nuevas inversiones que su banco ha hecho en empresas españolas de armamento.

Nos referimos a empresas como Maxam, una de las mayores empresas de explosivos militares del mundo, que fabrica y exporta municiones de todo tipo: de mortero, de calibre medio, de artillería, de armas ligeras; así como granadas subacuáticas o bombas lapa, entre otras. La misma empresa que fue responsable de fabricar minas anti-persona y bombas de racimo, que solo cesó en la fabricación de estas terribles armas cuando fue obligada por ley. Una empresa que el BBVA ha financiado con nada más y nada menos que 204 millones de euros.

También nos referimos a Navantia, que recibió un crédito del BBVA de 81 millones de euros, y que como todos ustedes saben, fabrica buques de guerra.

El BBVA también ha invertido 500.000 euros en otra empresa de armamento española: Oesia, que desarrolla tecnología aplicada a las armas, como los simuladores de artillería utilizados por infinidad de ejércitos.

O la empresa Sener, que el BBVA financió con 2.300.000 euros y que es líder en desarrollo de sistemas de misiles en España gracias a los que es posible el lanzamiento y utilización de misiles como el John Strike Missile.

BBVA también ha invertido en acciones y bonos de Indra, por valor de 6.900.000 euros; una empresa que dedica un 20% de su actividad al desarrollo de productos tecnológicos militares.

Sr. González, con las inversiones en empresas que producen y exportan armas, el BBVA se convierte en cómplice de los devastadores efectos que estas armas producen en la población civil de todo el mundo. Poblaciones que se ven obligadas a buscar refugios fuera de su país. ¿Puede asegurar usted que las armas financiadas por el BBVA no han sido utilizadas en alguno de los muchos conflictos que azotan el mundo?

Miembros del consejo de administración, señoras y señores accionistas, deben ustedes saber que sin el BBVA, muchas empresas de armas no tendrían los recursos suficientes para producir unas armas que en demasiados casos acaban en zonas de conflicto y que, por lo tanto, contribuyen a prolongar guerras, violencia y sufrimiento.

Consecuentemente, les instamos a usted, Sr. González, y a todos los aquí presentes, a abandonar de inmediato cualquier financiación a empresas de armas. Solo así podrán estar seguros de que sus beneficios no proceden de ninguna guerra.

Muchas gracias por su atención.

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