Cuando la humanidad ha decidido volverse loca, completamente loca. Cuando la humanidad dejo a un lado el respeto, el sentido común, la tolerancia y sobre todo la “humanidad”.
Cuando de repente ir a un concierto, a un partido de futbol o a cenar se convierten en actividades mortales, es cuando nos echamos las manos a la cabeza, cuando llenamos nuestras redes sociales de fotos de apoya a Paris, y volvemos a criminalizar a todas las personas que profesan una religión, seguimos participando de la estupidez humana de generalizar, de buscar un enemigo que tenga la culpa de todo, para así no expiar nuestras culpas.
Somos culpables de permitir que se hayan creado diferencias abismales entre pueblos, hemos fomentado economías basadas en las armas y alentamos los extremismos por nuestras posiciones geopolíticas, porque somos capitalistas y neoliberales, porque somos el “mundo civilizado”, porque somos el PRIMER MUNDO.
Compramos móviles de sangre, fomentamos y creamos guerras entre hermanos, nos alimentamos del hambre del prójimo, y nos echamos a llorar cuando hay víctimas europeas, pero cambiamos de canal sin inmutarnos frente a los bombardeos en Gaza o las masacres en Somalia, e incluso algunos piensan que los sirios que viajan en pateras y andan mil kilómetros lo hacen por gusto.
La barbarie, la locura colectiva, los extremismos radicales, los fundamentalismos, la violencia…, la hemos creado entre toda la humanidad y “occidente” tiene mucha responsabilidad aunque no lo reconoceremos nunca.
No se trata de una Guerra Santa, ni de “cristianos” contra “musulmanes, no se trata de pueblo contra pueblo, no es así aunque así nos lo quieran vender los que se enriquecen con la tragedia, la muerte y la destrucción, los que venden las armas, los que reconstruyen países, se frotan las manos mientras nos dedicamos a humillar e insultar en nuestras redes a todo aquel que sea “musulmán”. Ellos ya van ganando y la humanidad va perdiendo, y con mucha diferencia.
Ahora en alas de la Seguridad, (la pregunta es: ¿Qué es la seguridad?), vamos a seguir perdiendo derechos y libertades, y ellos seguirán ganando pues nos quedaremos en casa con miedo, permitiremos cierres de fronteras, espías en nuestras redes, policías armados hasta los dientes por nuestras calles, redadas racistas, etc., pero como todo esto es por nuestra Seguridad, nos parecerá perfecto, no tendremos problemas e incluso felicitaremos, a los que siguen ganando, por estas medidas.
Las personas somos buenas, solidarias, gentes sencillas que buscan vivir en paz, tanto en Beirut, como en Gaza, como en Paris. Frente a la barbarie y la locura, aparecen siempre gestos de amor y solidaridad en todas las partes del mundo, que reafirman que aún estamos a tiempo, que aún podemos salvar a la raza humana de su propia autodestrucción, que aun somos “HUMANOS”, pero se nos agota el tiempo, y tenemos que estar unidos para evitar que sigan ganando y demostrar que la gente sencilla viva donde viva, quiere tolerancia, paz, igualdad, fraternidad y libertad.
