Durante la mañana del viernes 13 de noviembre las fuerzas armadas marroquíes penetraron en la brecha del Guerguerat, territorio liberado por el Frente Polisario del Sáhara Occidental para expulsar a civiles saharauis que protestaban pacíficamente. El ejército saharaui ya había emitido numerosos comunicados advirtiendo que la entrada marroquí en el territorio “sería respondida contundentemente”.
El pueblo saharaui sigue esperando su autodeterminación desde que en 1975 España abandonó a su entonces colonia dejando que Marruecos ocupase gran parte del territorio. Comenzó entonces una guerra civil que duró 16 años y que se saldó con la división en dos del territorio: una parte ocupada ilegalmente por Marruecos y otra controlada por el Frente Polisario. El ejército marroquí levantó como método de protección un muro de más de 2.700km rodeado por 10 millones de minas antipersona, el denominado “Muro de la Vergüenza”.
Desde entonces, el pueblo saharaui lleva 29 años de infructuosa espera para la celebración de un referéndum de autodeterminación recogido en el Plan de Arreglo, reconocido por el propio Marruecos.
Guerra abierta Sáhara Occidental – Marruecos
El detonante de la guerra ha sido la escalada de tensión que se ha producido en torno a la brecha ilegal del Guerguerat, única vía de comunicación entre el Sáhara ocupado y Mauritania. Esta carretera fue construida unilateralmente por Marruecos, violando los acuerdos del Plan de Arreglo de 1991, que no fijaban la existencia de brechas para el intercambio comercial o civil.
Cuando el reino de Marruecos comunicó en 2001 su intención de construir esta carretera no recogida en los planes de paz, la propia ONU advirtió al país que hacerlo “implicaba actividades que podrían violar el acuerdo del alto el fuego” (S/2001/398). Pese a ello el régimen marroquí asfaltó la carretera en 2016 generando una grave escalada de tensión con la República Árabe Saharaui Democrática (RASD), la cual bloqueó el paso temporalmente.
Desde entonces hasta la actualidad el pueblo saharaui ha bloqueado en varias ocasiones la brecha, que es aprovechada por Marruecos ilícitamente para el tráfico comercial ante la pasividad de la ONU.
En este último caso, el 21 de octubre, decenas de civiles saharauis cerraron el paso ilegal del Guerguerat como método de presión a Naciones Unidas para que la renovación anual de la MINURSO (Misión que debería organizar el referéndum del Sáhara Occidental) tomase medidas para desatascar el conflicto. Pese a todo, y como lleva haciendo la ONU desde hace dos décadas, la resolución no incluyó ningún avance en la descolonización del Sáhara. Esta situación hizo que los civiles, lejos de reiterarse decidiesen, asentasen un campamento mayor y llamasen a que más saharauis se uniesen al cierre de la brecha.
Las continuas provocaciones de Marruecos, que movilizó a su ejército y desplegó asesores militares en la zona, hizo que el Frente Polisario advirtiese tanto a ellos como a la ONU que de un ataque contra los civiles o entrar su territorio supondría una violación del alto el fuego.
Finalmente, las fuerzas de ocupación marroquí penetraron en el territorio controlado por el Polisario en la mañana del viernes 13 noviembre, expulsando de manera violenta a los civiles acampados y prendiendo fuego a las haimas donde acampaban. Tanto Marruecos como el Polisario abrieron fuego, aunque no hubo víctimas ni civiles ni militares.
Respuesta al fin del alto el fuego
La violación del alto el fuego por parte de Marruecos ha sido respondida por el Polisario durante la tarde-noche del mismo jueves, cuando ha bombardeado más una decena de bases militares y puestos de vigilancia marroquíes a lo largo de todo el muro de la vergüenza.
En total, han sido atacadas posiciones en Mahbes (noreste del Sáhara ocupado), Hauza (cerca de Tifariti, donde está el principal destacamento militar del Polisario) y Auserd. El parte de guerra emitido por el ejército saharaui confirma bajas marroquíes, aunque no se ha especificado número. Durante la madrugada del viernes al sábado han continuado los ataques.