El domingo el puerto de Santurtzi amaneció lleno de patrullas policiales. Las empresas (con el permiso de la Autoridad portuaria), han utilizado a la policía para trabajar de manera ilegal. Incluso negando en varias ocasiones que accediese gente del comité de huelga, al final ha tenido permiso, escoltado por la policía. Para la tarde las empresas han comunicado que se volverá a la normalidad, una vez hecho el trabajo ilegalmente, con la policía al servicio de los empresarios, incumpliendo la ley de dicen defender.
Los estibadores llevan en huelga desde el 9 de octubre, y este sábado realizaron una marcha de Sestao a Santurtzi, dentro de las movilizaciones que llevan a cabo, fundamentalmente por la falta de personal el incremento y uso abusivo de la eventualidad, las condiciones de trabajo en las empresas estibadoras y el estado de las instalaciones y la maquinaria, la alta tasa de siniestralidad, el exceso de jornadas de trabajo, los incumplimientos reiterados de los descansos de los trabajadores y la mala fe negociadora por parte de las empresas en la mesa negociadora del convenio colectivo…
La huelga ha entrado en una nueva fase tras la aplicación de los nuevos preavisos presentados por los sindicatos de la estiba del puerto de Bilbao a partir del día de hoy y hasta el próximo 9 de noviembre.
Hoy está previsto el acto de conciliación solicitado por las empresas ante el servicio público de mediación del País Vasco, el PRECO. Los trabajadores están sorprendidos por la petición de arbitraje, ya que las empresas no quieren sentarse a negociar y quieren imponer por la fuerza sus medidas.
Los sindicatos de los estibadores han denunciado el incumplimiento por parte de las empresas estibadoras del convenio colectivo, en concreto del artículo 1 del citado convenio, que regula el ámbito funcional. Las organizaciones sindicales solicitan que las empresas sigan contratando estibadores portuarios para la realización de las tareas complementarias.
Según Bilboestiba, la sociedad que procura la mano de obra a las cuatro compañías que operan en el puerto de Bilbao –Cosco, Bergé Marítima, Toro y Betolaza, y SLP–, realizó un balance de la huelga y señaló que en el transcurso de los primeros quince días de conflicto laboral se han perdido 16 escalas de buques, y se ha dejado de manipular prácticamente la mitad del tráfico de mercancías.
Las empresas han acusado a los trabajadores de amenazas y coacciones, sobre todo contra transportistas contratados para labores complementarias, mientras los trabajares en huelga de niegan los hechos.
Los huelguistas piden que se garantice una estabilidad de empleo, que se contrate al centenar de trabajadores eventuales que llevan en una bolsa cerrada de trabajadores entre doce y veinte años. Los salarios llevan nueve años congelados, reivindican la actualización salarial y un calendario laboral laborales como marca el convenio que corrija los excesos de jornada.