Ayer 18 de noviembre los sindicatos estudiantiles Estudiantes en Movimiento y Frente de Estudiantes, junto a Consejos de Estudiantes de algunas universidades públicas, convocaron una serie de movilizaciones en las principales ciudades del país, dejando claro que la Reforma Universitaria se está llevando a término a las espaldas de la Comunidad Educativa.
La pasada primavera, sendos sindicatos estudiantiles ya reaccionaron ante el RD de Ordenación de las Enseñanzas Universitarias (Decreto Castells) por sus afectaciones al estudiantado en prácticas y salieron a la calle el 6 de mayo exigiendo, al igual que exigieron ayer, la participación real y masiva del estudiantado en la política educativa, así como la paralización de todas las iniciativas legislativas que pusieran a las universidades al servicio de las empresas.
Ahora de nuevo se han visto obligados a volver a convocar movilizaciones, que califican de todo un éxito en este primer paso para “avivar y recuperar un movimiento estudiantil combativo” capaz de tumbar la Reforma del Gobierno. Convocan contra la LOSU que, dicen, “busca poner de rodillas a la educación frente a los intereses privados, expulsando a las jóvenes de extracción popular de la Universidad” y cuya contraparte es una Ley de Convivencia Universitaria que reduce la capacidad de organización estudiantil a la vez que criminaliza y sanciona la protesta y la manifestación en las universidades.
Valoran que “la jornada de lucha del pasado jueves era absolutamente necesaria, pero que el camino iniciado para plantar cara a la Reforma Educativa no termina aquí.
De esta manera anuncian que a lo largo de las próximas semanas darán continuidad a su trabajo fomentando y potenciando espacios de debate, participación y acción estudiantil en cada centro facultad e instituto, para valorar cómo dar continuidad a este ciclo de protestas, y hacerlas extensivas a todos los niveles de enseñanza afectados por la reforma educativa integral.