Los líderes de los Estados que participan en la cumbre del COP26, pronuncian discursos apasionados y emotivos sobre la necesidad de respetar los acuerdos sobre el clima, pero luego riegan con subvenciones, apoyos financieros y licencias a los gigantes de la industria agraria y de los combustibles fósiles que fomentan la crisis ecológica y esta cumbre de nuevo será un fracaso como las anteriores.
Estamos erosionado los propios cimientos de las economías, de los sustentos, de la seguridad alimentaria, de la salud y de la calidad de vida en todo el mundo. Hemos perdido el tiempo. Debemos actuar de inmediato.
El planeta se ha calentado aproximadamente 1,1 grado desde que empezamos a quemar carbón a escala industrial, y las temperaturas medias van por el camino de aumentar hasta cuatro veces antes de que llegue este fin de siglo.
Nos tranquilizan cuando no deberíamos estar tranquilos, nos distraen cuando no deberíamos distraernos y apaciguan nuestras conciencias cuando no deberíamos ser apaciguadas. Porque existen poderosos intereses a los que lo gustan las cosas como están; sobre todo a las corporaciones de combustible fósiles, que llevan una campaña de desinformación, confusión y evidentes mentiras sobre la realidad del calentamiento global.
El capitalismo neoliberal trata a las personas como si fueran materias primas que hay que agotar y abusar sin límites, así cómo se trata al mundo natural (bosques, ríos, animales terrestres y acuáticos) de la misma manera, con el objetivo de controlar el mundo natural y la cantidad de riquezas que podía extraer de el, sin miedo a las consecuencias y sin límites.
Según un informe del Grupo Intergubernamental de Experto sobre el Cambio Climático (IPCC), a la luz del incremento de los desastres climáticos, para mantener las temperaturas por debajo del umbral de 1,5 grados Centígrados, requeriría reducir las emisiones globales aproximadamente a la mitad en tan solo 11 años y llegar con una huella de carbono cero en el 2050. Para lo cual es necesario cambiar de forma deliberada e inmediata los métodos usados en nuestras sociedades para la producción de energía, el cultivo de alimentos, el transporte y la construcción de edificios, por lo que necesitamos implementar cambios rápidos, de gran alcance y sin precedentes en todos los aspectos de la sociedad.
En el informe se afirmaba con claridad meridiana que si los gobiernos hacían tan poco para reducir las emisiones como actualmente se habían comprometido a hacer, estábamos destinados a enfrentarnos a una serie de consecuencias que incluyen una subida del nivel del mar que arrasaría ciudades costeras, la extinción total de las barreras de coral y sequías que acabarían con las cosechas en vastas extensiones en todo el mundo.
La humanidad tiene una oportunidad para reparar un modelo económico que está defraudando a la mayoría de las personas de muchas y distintas formas, porque los factores que están destruyendo el planeta también están destruyendo la calidad de vida en muchos sentidos: desde la congelación de salarios hasta las grandes desigualdades, o los servicios que se están viniendo abajo, o la destrucción de cualquier cosa que guarde algún tipo de parecido con la cohesión social.
Al abordar la crisis climática podemos crear cientos de millones de empleos de calidad en todo el mundo, invertir en las comunidades y en los países a los que se excluye sistemáticamente y garantizar la sanidad y el cuidado de los niños, entre otras muchas cosas.
