Inicio SocialPensiones La trampa que esconde el plan de Escrivá de subir las cotizaciones sociales

La trampa que esconde el plan de Escrivá de subir las cotizaciones sociales

por Colaboraciones

Cuando faltaban apenas unas semanas para que finalice el plazo dado por la Comisión Europea, el Ministerio de José Luis Escrivá ya ha dado las primeras pistas, todavía no consensuadas con los sindicatos y la patronal, sobre la fórmula que debería reemplazar al derogado Factor de Sostenibilidad. El hasta ahora misterioso Mecanismo de Equidad Intergeneracional comienza a tomar forma y se parece a un aumento de las cotizaciones sociales de las empresas y de los trabajadores para atajar el déficit de la Seguridad Social y volver a llenar la “hucha de las pensiones”. 

La propuesta, realizada este martes 2 de Noviembre en una reunión de Escrivá con los agentes sociales, consiste en una subida del 0,5% de las cotizaciones sociales durante diez años, a partir de 2023, para llenar el Fondo de Reserva de la Seguridad Social, que actualmente cuenta con unos 2.000 millones, muy lejos de los 67.000 millones que llegó a tener en 2011. Si estas aportaciones no fueran necesarias se devolverían. Pero en el caso de que fueran insuficientes y existiera una “desviación” negativa en las cuentas de la Seguridad Social, el Gobierno tomaría nuevas medidas para corregir esa desviación, es decir, recortaría las prestaciones en un mecanismo todavía no definido.

La idea central de la reforma —cubrir el déficit de la Seguridad Social con más cotizaciones sociales— es “sensata”, sostiene Ramón Franquesa, portavoz de la Coordinadora Estatal por la Defensa del Sistema Público de Pensiones (Coespe). Pero es en la letra pequeña —o no tan pequeña— donde se esconden los principales peligros del nuevo “globo sonda” de Escrivá.

Para este profesor y economista, la propuesta de Escrivá esconde una amenaza “extremadamente grave” para las pensiones públicas, que dejarían de estar blindadas. “Se abre la puerta a rebajar las condiciones de las pensiones en determinados supuestos”, indica. Y esta vez, con un gran acuerdo social y parlamentario mediante.

Franquesa describe las pensiones públicas como un contrato entre el Estado y el pensionista y esta propuesta, defiende, permitiría cambiar las condiciones de ese compromiso si falta dinero: “Antes había un Factor de Sostenibilidad que reducía directamente las pensiones futuras. Ahora dicen que si falta dinero te van a reducir la pensión. Y no te dicen de qué manera porque ya se ha acordado que ese contrato y ese es el cambio: ya no es un contrato definitivo sino que está sometido a cómo vaya el negocio”. 

Pero lo más grave de la propuesta de Escrivá, dice este profesor a El Salto, es que con las medidas propuestas el déficit de las Seguridad Social está garantizado. El aumento de las cotizaciones previsto no bastaría por sí solo para cambiar la tendencia. Además, la propuesta de Escrivá corre paralela a la creación de un macrofondo de pensiones público-privado que debilitaría aún más la Seguridad Social, según denuncian las plataformas de pensionistas. “Ese déficit se va a agravar con la privatización de los ingresos, con el desvío hacia sistemas privados de pensiones. Cómo va a haber déficit ya se está diciendo que habrá un mecanismo que esta vez no será un mecanismo impuesto por el PP, sino algo que habrá aceptado todo el mundo”, denuncia. 

Otro aspecto “sorprendente y alarmante” de la propuesta de Escrivá es que la subida de las cotizaciones afecta a empresas y trabajadores, algo que define como una “bajada de salarios encubierta” en un contexto de alta inflación y de pérdida acelerada de poder adquisitivo de la mayoría de la población. Aunque según los cálculos del Gobierno, la subida sería de unos cinco euros mensuales en el caso de los mileuristas y de diez en el salario medio, la propuesta abunda en un recorte, esta vez “en diferido”, de las pensiones. Si en las reformas anteriores en tiempos del PP, recuerda Franquesa, se redujeron las cotizaciones que pagaba la empresa sin que los trabajadores vieran más salario, unas reducciones en “beneficio exclusivo de los empresarios”, ahora se pide ese esfuerzo a ambos colectivos. 

Este economista advierte que el Mecanismo de Equidad Intergeneracional esconde una “trampa”: un “pequeño cambio en una cláusula que en principio no tiene importancia”, pero que dice que si el dinero no alcanza —“y es seguro con estas medidas no va a alcanzar”—, habrá recortes en las pensiones públicas.

Al igual que en la reforma de las pensiones acordada con los agentes sociales y firmada en julio de este año, la versión de los grandes sindicatos difiere de la de las plataformas de pensionistas. Según el secretario general de Comisiones Obreras, Unai Sordo, con esta propuesta “se ha pasado de la lógica del recorte a la lógica de mejora de la estructura de ingresos”, aunque reconoce que el nuevo Mecanismo le genera “algunas incertidumbres”.

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