El año ha arrancado con el anuncio de despidos colectivos en grandes empresas de sectores como la banca, el comercio, el turismo y la industria. El Corte Inglés, H&M, NH Hoteles, perfumerías Douglas, El Corte Inglés, Zara, Banco Santander, Bosch, Tubacex… son solo algunos ejemplos.
Muchas de estas empresas forman parte de los sectores más afectados por la crisis, otras, a pesar del fuerte impacto de la pandemia, cerraron con grandes beneficios. Algunas aprovechan esta situación para “reducir costes”, “reconvertirse” o “reformular su modelo de negocio” apoyándose en la carta blanca que ofrece el marco de la Reforma laboral que el Gobierno de UP y PSOE ya han anunciado que no piensan modificar.
Con la llegada de esta crisis, el Gobierno de PSOE y UP así como los Gobiernos europeos desplegaron diferentes mecanismos de contención para evitar una debacle económica y social. Los ERTE fueron la medida estrella del “Gobierno progresista” para evitarla. Así se intentó crear un colchón social que evitara el incremento brusco del paro y el malestar social, al mismo tiempo que se inyectaban importantes sumas de dinero a las empresas.
A pesar de todo, la destrucción de empleo registró este 2020 unos niveles sin precedentes. Ademas, como respuesta a la crisis ya comenzó bastante limitada: se calcula que hubo 1 millón de despidos antes de que esta medida fuera propuesta por el Gobierno. Sin tener en cuenta todos los empleos de la economía sumergida como trabajadoras del hogar o vendedores ambulantes, quienes perdieron sus trabajos pero no quedan registrados en las estadísticas. El segundo trimestre, con los ERTE ya activados se perdieron más de 1 millón de puestos de trabajo. Y en el tercer trimestre el paro subió en 354.900 personas, alcanzando una tasa de desempleo del 16,26%.
La capacidad e los ERTE como medida para evitar los despidos también es bastante limitada en cuanto a plazos. En mayo finaliza el Estado de alarma al que está sujeto este mecanismo. Aún está por verse hasta cuándo y con qué modificaciones se mantendrán los ERTE. En una entrevista publicada a Yolanda Díaz publicada este viernes por ElDiario.es, la Ministra respondía así cuando le preguntaban hasta cuándo estaría vigentes: “hasta que sea necesario”. La realidad es que más allá de la “voluntad” de la Ministra de Trabajo, la situación económica apunta hacia otra dirección. Este mecanismo va agotándose cada vez más en cuanto a herramienta que evita temporalmente los despidos. Bien porque el Gobierno la limite cada vez más, bien porque las empresa decidan no recurrir a estos para seguir salvando sus beneficios, en ese momento el siguiente paso serán los ERE.
Estos son algunos de los ERE anunciados para 2021:
El comercio es uno de los sectores más afectado por la crisis. Así este año arrancó con un ERE del sector. La cadena alemana de perfumerías Douglas cerró en enero 103 tiendas en el Estado español -500 en Europa- y aplicó un ERE a casi 600 trabajadores. El cierre de establecimientos, sin embargo, no vino asociado al descenso de ventas, es más, esta empresa prácticamente no vio reducidos sus beneficios en el último año -solo redujo un 6,4% el total de sus ventas- debido al aumento de sus ventas online. La compañía experimentó un récord de ventas ’online’ en el ejercicio 2019/2020, con un aumento del 40,6% respecto al ejercicio anterior y facturó 3.200 millones.
Pero sin dudas el mayor impactó lo generó el anuncio de ERE de El Corte inglés por la cantidad de trabajadores que se verán afectados y por la empresa que anuncia los despidos. El Corte Inglés es un ’icono’ del capitalismo Español. El ERE más grande de la historia del Corte Inglés fue anunciado hace pocas semanas, a finales de marzo. El acuerdo entre la patronal y los sindicatos mayoritarios afectará a 3292 trabajadores directos de estos grandes almacenes.
Estos dos EREs son solo el pistoletazo de salida. En el comercio textil, por ejemplo, también se prevén despidos masivos. H&M ha anunciado esta semana que planea el cierre de 30 de sus tiendas y que supondrá el despido de 1.100 trabajadores. En Zara (Grupo Inditex) CGT denuncia la aplicación de un ERE encubierto que afectaría a 986 empleados tras el cierre de 114 tiendas.
La Banca es uno de los sectores que más recortes en personal viene haciendo en los últimos años. En los últimos doce, el sector financiero ha perdido 100.000 empleos según los datos del Banco de España, una tendencia que parece incrementarse año tras año. Solo en los próximos meses se esperan 20.000 despidos en este sector.
En lo que llevamos de 2021 ya se han ejecutado EREs en Banco Sabadell (1.840 despidos) y Santander (1.019 por ahora, pero espera cerrar el año con 3.572 trabajadores menos). Ibercaja despedirá a 750 empleados entre finales de 2021 y principios de 2022. El BBVA también ha avanzado una “reestructuración” que implicará despidos en 2021, pero aún no ha anunciado cuantos. Lo mismo sucederá con la fusión de Bankia y CaixaBank, aún sin negociar, pero que sin duda engrosarán una lista que no se detendrá por ahora. De todo ello la previsión de 20.00 despidos que hace el sector.
El turismo es otro de los sectores donde ser prevé una sangría de despidos. Grandes y medianas cadenas hoteleras ya han anunciado EREs en lo que llevamos de año. La primera en hacerlo ha sido Casual Hoteles que anunció en febrero un ERE que afecta al 20% de su plantilla, formada por alrededor de 120 empleados. NH Hoteles, ha sido la siguiente. En un primer momento anunció 187 despidos pero han terminado siendo 400 como denuncia CCOO. La cadena alemana TUI, también pretende suprimir el 14% de su plantilla en el Estado español. Pullmantur Cruceros, que se encuentra en concurso de acreedores, también aplicará un ERE de 300 despidos.
En el sector de las agencias de viajes, también se están preparando varios expedientes. Algunos se han aprobado ya como el de Viajes Carrefour (257) o el de W2M – Iberostar (246), y otros se encuentran en estos mementos en fase de negociación con los sindicatos como los de Logitravel o Expedia. Para hacernos una idea de los que está por venir, solo en enero los afiliados a la Seguridad Social vinculados a actividades turísticas se desplomaron un 14% en enero, hasta los 2.006.400 trabajadores.
En esta sangría de despidos la industria no se queda fuera. Empresas como Tubacex (129), van a ayudar a engrosar las listas del paro. U-Shin, especializada en la fabricación de componentes de la automoción, cerró su planta en Abrera (Barcelona) y aplicó un ERE a sus 72 empleados.
Estos son solo algunos ejemplos de los EREs ya impuestos o que se aplicarán inminentemente este 2021. Solo un anuncio de lo que está por venir. Aunque desde Podemos y el ministerio de Trabajo dirigido por Yolanda Díaz anunciaron en el inicio de la crisis que habían logrado imponer el cese de despidos, esto nunca ha sido real. Si lograron contener parte del descalabro en 2021 fue mediante un endeudamiento del Estado sin precedentes, una deuda y sus consecuencias, que terminarán recayendo sobre las y los trabajadores.
La única manera de evitar el aumento de paro y la cada vez mayor precariedad laboral es a través de un plan de lucha impuesto a los sindicatos por las y los trabajadores autoorganizados. Hay que exigir que los sindicatos rompan todos sus pactos con el gobierno y las patronales y que convoquen medidas de lucha unitarias. Hay que exigir la verdadera prohibición de los despidos y la derogación de las reformas laborales. Y frente al flagelo del paro a niveles históricos, es fundamental luchar por la reducción de la jornada laboral y el reparto de las horas de trabajo, sin disminución salarial. Si las grandes empresas quieren despedir masivamente: no lo permitamos. Empresa que cierre o despida, hay que ocuparla y exigir su nacionalización bajo el control de los trabajadores. Son empresas que han recibido y seguirán recibiendo enormes fondos públicos, pero se dan el lujo de dejar en la calle a miles de trabajadores. ¡No hay que permitirlo!
