Yolanda Díaz, las patronales CEOE y CEPYME y los sindicatos CC.OO. y UGT han celebrado ayer la primera reunión para la “modernización del trabajo” en la mesa del “Pacto Social”, que dicen tiene como uno de sus objetivos principales la derogación de la Reforma Laboral. Mientras las patronales han vuelto de nuevo a rechazar esta propuesta y se verán de nuevo el 30 de Mayo.
Según se ha hecho público los temas tratados han sido: la negociación colectiva, las cláusulas de descuelgue y la subcontratación empresarial. La Ministra de Trabajo ha dejado claro que, si la patronal decide finalmente no sumarse al “acuerdo del diálogo” social, el proceso continuaría de todas formas, para avanzar en la derogación de la reforma laboral.
El acuerdo de gobierno PSOE-Unidas Podemos incluía la derogación de la Reforma Laboral. Sin embargo, a los pocos días de ese acuerdo el PSOE dejó claro que no era posible derogarla y empezaron ha hablar de los “aspectos más lesivos” de esta ley, sin tocarlos hasta esta reunión.
La forma laboral que hace 9 años que se impuso por el PP de Rajoy y es uno de los grandes ataques al conjunto de los trabajadores que permitió avanzar a pasos agigantados hacia la precarización del mercado laboral. Un gran éxito de la patronal que consiguió gracias al papel han jugado CC.OO. y UGT que nunca se han planteado en serio derogar esta ley cuyos aspectos más importantes son los siguientes:
- Libertad absoluta para despedir al objetivar por ley el despido procedente y eliminar la autorización administrativa en los despidos colectivos (ERE).
- Rebaja sustancial de la indemnización por despido, generalizando la de 20 días, con un máximo de 12 mensualidades y, dejar el despido improcedente en 33 días con un máximo de 24 mensualidades como norma general para todos los contratos a partir del 12 de febrero y, como residuo los 45 días hasta esta fecha de febrero.
- Despido absolutamente gratuito para las empresas de menos de 25 trabajadores/as, al permitirles contratos con un período de prueba de 1 año y de ser despedidos durante el periodo de prueba, la indemnización es 0.
- Eliminación de la fuerza normativa del Convenio Colectivo por dos vías, una, permitiendo que el empresario se descuelgue de la aplicación de las condiciones salariales y de las condiciones de trabajo: jornada, sistemas de retribución, sistemas de turnos, movilidad funcional y geográfica y, la otra, terminando con la ultraactividad de los convenios fijando un tiempo máximo de 24 meses. Se tiende a la negociación individual y al convenio de empresa.
- Instauración de los contratos precarios como la norma de contratación (contratos muy baratos que el trabajador, si quiere, complementa con sus prestaciones de desempleo) y, a la vez, contratación incentivada y subvencionada, para el empresario.
- Eliminación del fuerza de las y los trabajadores al dejar sin contenido efectivo el derecho fundamental de los sindicatos a la defensa de los derechos colectivos, otorgando al empresario toda la capacidad de decisión a la hora de cumplir o no las condiciones colectivas pactadas en los convenios.
- Facilitación del despido por absentismo incluyendo las bajas por enfermedad.
- Modificación del contrato a tiempo parcial para compatiblizarlo con las horas extraordinarias, lo que sin duda favorecerá el fraude en la contratación y la consiguiente reducción de cotizaciones a la Seguridad Social.
- Reducción de las y los empleados públicos igualando sus condiciones a las de la empresa privada y permitiendo que las personas que cobran el desempleo desarrollen trabajos de los servicios públicos.
Para poder echar abajo la reforma laboral no basta con los amagos de la Ministra, las negociaciones en un despacho con la patronal y los discursos de CC.OO. y UGT en contra de esta ley. Lo que realmente es necesario es un plan de lucha en los centros de trabajo que culmine de una gran movilización obrera y popular, continua y sostenida hasta su derogación.