Hace años que las empresas ponen muchas pegas a la hora de dar la baja laboral por lesiones o enfermedades profesionales producidas a consecuencia de estar durante años en trabajos repetitivos, cargas y ritmos excesivos de trabajo o por estar expuesto a un determinado agente o sustancia.

La propuesta del PNV de un sistema propio «Mixto» para Euskadi de Seguridad Social es una propuesta para la privatización de las pensiones.
Los Sistemas Públicos de Pensiones son un pilar fundamental del Estado de Bienestar. Desde los años 80, su privatización se ha convertido en uno de los objetivos más importantes de la política neoliberal. Un planteamiento que propugna acelerar el adelgazamiento (público) y a la par fortalecer las pensiones privadas, con el fin de forzar directamente un sistema mixto (público/privado).
La idea de capitalizar una parte de nuestras cotizaciones sociales no es otra cosa que detraer fondos del Sistema Público (descapitalización) y llevarlos al privado.
En un sistema mixto nos encontraríamos con que la pensión privada que cobraría el ciudadano por su contribución al fondo de pensiones (parte privada) dependería únicamente de su aportación; por lo tanto, a sueldos bajos corresponderían pensiones bajas. En definitiva, el sumatorio de una pensión pública baja con otra privada baja, daría lugar a una cantidad significativamente inferior a la que resultaría si cotizara solo al Sistema Público.
Este sistema mixto contribuiría a incrementar la desigualdad entre rentas altas y medias-bajas. Aquí, lo que está en juego es la capacidad redistributiva implícita en el sistema de reparto (público), lo cual es imposible en un sistema de capitalización.