Con su uniforme reflectante y las calles casi vacías, los trabajadores del servicio de limpieza viaria de Barakaldo ahora son más visibles que nunca. Su labor tampoco se ha detenido estos días de excepcionalidad. Desde las 6.00 horas repasan las calles de una localidad fabril que no se detiene, y que lamentablemente pese a la cuarentena sigue ensuciando más de lo necesario. Ahora han aparecido unos nuevos protagonistas de su día a día, los guantes desechables. «Recogemos muchos de los que reparten en los supermercados», señala una de las trabajadoras, Rosa Mari Elvira, que añade: «Siempre hay alguno en las papeleras». Se trata de una realidad que también se vive en algunos puntos de Bilbao o en localidades como Basauri o Sestao.
De hecho, cuando comienzan su turno los encuentran a puñados. Así lo advierte Francisco Bravo, uno de los empleados encargado del entorno del parque de Los Hermanos. «De los que reparten en los supermercados hay montones, y también aparecen de látex, aunque menos. Esos te los sueles encontrar en los bordillos. Me imagino que serán de los transportistas, porque todo lleva dos semanas cerrado», razona el hombre.
La mayoría de estas protecciones se tiran donde se debe. «Las papeleras suelen estar hasta arriba de guantes», señala Bravo. Pero tampoco faltan quienes los arrojan en cualquier sitio. En algunos supermercados como el Eroski del centro de Los Fueros el propio personal de seguridad aconseja a los clientes que se los quiten nada más salir por si pudieran estar contaminados. «Guantes de los que se usa en las tiendas para coger la fruta se recogen a todas horas», añade otro de encargados de la limpieza viaria en Barakaldo, Miranda Arias, quien señala que cuando hay viento aparecen en cualquier sitio.
Arias también se ha fijado en que los de látex que se encuentran no están «bien doblados». «Se supone que hay que quitárselos de una forma muy concreta para no contaminarse y debería estar uno dentro del otro, pero nunca los ves así», apunta. Lo mismo piensa Edorta Martínez, que cubre el entorno de Lutxana, quien añade que también es frecuente encontrar mascarillas en el suelo. «Cerca de las tiendas siempre hay guantes», advierte.
El fenómeno tampoco ha pasado desapercibido para los vecinos, que comparten fotografías de estos desechables arrojados en cualquier sitio por las redes sociales y piden más civismo en grupos de Facebook como ‘Quejas de Barakaldo’. Allí un usuario destaca también la amabilidad de algunas tiendas que les han ofrecido ayuda y guantes de látex de repuesto.
Colillas desde el blacón
Con todo, los nuevos tiempos no han borrado la presencia de las colillas, aunque han cambiado la forma en que aparecen. Ahora, en lugar de estar más esparcidas, se suelen concentrar bajo ventanas y balcones. «Lo de los colilleros sigue siendo lo peor. Son cuatro o cinco los que lo hacen, pero como ahora pasan más tiempo en casa te encuentras más», apunta Arias. Él ha cruzado miradas cómplices con otras personas que desde la ventana condenan esta conducta de sus vecinos. «También aparecen en algunas tiendas que continúan abiertas, y donde los trabajadores salen para el descanso. Si ponen un vaso con un poco de agua cuando pasamos nosotros se lo recogemos y queda todo más limpio», aconseja el hombre.
Tampoco los excrementos caninos han desaparecido con el confinamiento. La mayoría de los vecinos continúan con su conducta cívica, pero algunos trabajadores han notado un aumento en algunos sitios, ya que ahora es más fácil que a los dueños de mascotas incívicos no les vea nadie. «Alguno aprovecha la situación y te deja el postre», se duele Bravo.
fuente: https://www.elcorreo.com/bizkaia/margen-izquierda/guantes-desechables-protagonistas-20200401130016-nt.html
