Si hemos de luchar que sea frente a las agresiones diarias que sufrimos como clase trabajadora, por parte de una élite miserable y decadente, con el objetivo final de nuestra emancipación.
El antimilitarismo y la solidaridad fraternal entre las personas trabajadoras del mundo es hoy en día el único bando que defender y en el que alistarse.
NO A LA GUERRA, NO EN NUESTRO NOMBRE