Hay muchas personas con el deficiente intelectual muy alto. Están educados para obedecer y adoran a los demás si tienen mucho dinero y mucho poder, aunque sean unos hijos de la gran mentira.
Les gusta la verborrea que no dice nada, las apariencias que dicen mucho y demuestran tener grandes conocimientos sobre casi nada. Por eso el mundo está contaminado, sordo, mudo y ciego, y por mucho que tiremos de la cadena, la mierda siempre aparece en otro lugar, dejándolo todo pringado.
La preparación académica demuestra que los jóvenes son jóvenes, y gracias a sus conocimientos y con el paso de los años, serán más viejos y es muy probable que se mueran el día menos pensado. Pero si tienen suerte en la vida, igual tienen una vida desgraciada y si no, será mucho peor. Y todo esto pasa porque nadie sabe que narices significa eso del “pensamiento crítico”, y la mayoría piensa que lo mejor es no pensar, no llevar nunca la contraria al poderoso y obedecer, que para eso nos han educado.
Las parrafadas sin sentido de los ídolos, son escuchadas por la plebe con caras de asombro y babas de vergüenza, porque aunque no entienden nada de lo que dicen, saben que tienen razón; justo la que les falta a ellos.
Si eres de los que necesitan líderes que te suelten su arenga, sean agoreros, ominosos, te exhorten y hagan todo lo contrario a la munificencia, lo tuyo es la abnegación, pero no seas aprensivo, ya que ellos usan la barahúnda y con ese lenguaje deletéreo logran llevar a los currelas a pandemonium.
El deber de esos facinerosos es conminar y constreñir, y aunque su atuendo no sea coriáceo usan el látigo a troche y moche y con la misma habilidad. Además no saben lo que es el raciocinio y siguen tratándonos decimonónicamente.
Sin querer usar la retórica, me siento contrito escribiendo estas incongruencias, pero soy un insurrecto y viendo la pandemia laboral, parece que vivimos en puestos de trabajo impolutos.
No seas indolente, porque aunque nos digan que es punitivo y quieran seguir el sistema feudal, nuestro deber de esclavos es obliterar la esclavitud, y aprender de nuestros errores, que como son cantidad podemos aprender mucho o nada.
Con esta digresión narrativa quiero dejar claro que para conseguir un buen curro hay que tener conocidos con poder. Y yo tengo poder, porque poder, puedo currar, pero querer, no quiero. Para mi trabajar es ignominioso. Es algo con mácula, y en donde gobierna Fierabrás. Y con Fierabrás uno va por delante y todos los demás por detrás.
Por eso el líder mientras habla desde el estrado y mea a los de abajo, les dice taxativamente: El poder te lo da la mentira, y con las personas estúpidas hacemos lo que queremos. Si quieres aprender usa el putamen y te darás cuenta que sufrir no es malo, lo malo es sufrir gratis.
Yo soy tu líder y tengo mucha labia ¿qué no te enteras? Pues mira que hablo claro.

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