Con mantas y velas para denunciar las duras consecuencias de no poder pagar ni la electricidad ni el gas, y solicitar a las instituciones que lleven a cabo iniciativas para paliar esta situación que la están sufriendo más de un 10% de los hogares en estos momentos.
Pobreza Energética, es la imposibilidad de pagar la factura energética. Hay tres factores determinantes en esta situación: los bajos salarios, la subida de los precios de la energía, y el exceso de consumo de energía de las viviendas de baja calidad.
Las subidas de los precios de electricidad, gas, petróleo y de otros combustibles se han disparado en el cuadro de la crisis económica empujando hacia la exclusión social a las personas con bajos ingresos o desempleadas. Mientras tanto no existen indicadores ni definición de “pobreza energética” en el ámbito de la UE y solo recomendaciones a los estados miembros para que garanticen “una protección adecuada de los clientes vulnerables”.
En este sentido hay que recordar que recientemente el Parlamento español rechazó una iniciativa de Izquierda Unida para que no se le cortase la luz, el agua o el gas a quienes no puedan pagarlo durante el invierno.