mandelaNo se pone en cuestión el legado de Mandela en la lucha contra el apartheid, contra el racismo y la injusticia, pero si toda la demoledora carga mediática que nos agobia estos días, con motivo del funeral de estado donde se han dado cita los poderosos del mundo y donde nos presentan a un Mandela padre de la patria Sudafricana, donde reina la armonía y la unidad.

Sudáfrica con un paro cerca del 30 % que afecta a la mayoría negra, que soporta una pobreza del 85%, donde el capital y la propiedad de las tierras se concentran en la minoría blanca en casi su totalidad, donde la sanidad y la enseñanza de calidad solamente la disfrutan los ricos, donde se dan enormes diferencias sociales, se puede convertir en un polvorín social a punto de estallar.

Y todo ello porque cuando el ANC (Consejo Nacional Africano) consiguió el poder político y se negoció el traspaso del poder con el Partido Nacional (blanco), la ANC se vio atrapada en una red tejida para garantizar a la minoría blanca el poder económico y el poder real del país.

De estas negociaciones resultó una constitución, donde se respetaba la propiedad privada (nada de redistribución de las tierras), se suscribieron los acuerdos de la OMC (Organización mundial de libre comercio), por los cuales se ilegalizaban los subsidios a las plantas de producción de automóviles  y a la industria textil. Esto hizo que no pudieran crear nuevos empleos, no podían obtener medicinas gratuitas (con un SIDA galopante entre la población negra), tenían una inmensa deuda, no podían emitir moneda nueva porque no controlaban el banco central del país. Tampoco podían aumentar los salarios por el cuerdo firmado por el FMI, que financió parte de su deuda.

Sudáfrica fue libre, pero la mayoría negra seguía y sigue cautiva. Les quitaron las cadenas del cuello para ponérselas en los tobillos. Tenían el poder político, tenían fachada de gobierno, pero el poder real estaba en manos de la minoría blanca.

La Comisión de la Verdad y la Reconciliación de Sudáfrica suele citarse como modelo eficaz de “construcción de la paz” y se ha exportado a otras zonas de conflicto, pero según el arzobispo Desmond Tutu, las personas negras continúan levantándose por las mañanas en sus míseras casas del gueto.

Comparte:
Share

Artículos relacionados

Deja un Comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Aviso legal. Esta web utiliza cookies para optimizar la navegación. Al continuar navegando está aceptando su uso y nuestra política de cookies y ver la forma de desactivarlas. (Política de privacidad) Internet Explorer, FireFox, Chrome, Safari Aceptar Leer más