EL TELETRABAJO EN UNA UNIVERSIDAD DEL SIGLO XXI

El Teletrabajo está configurado actualmente en la UPV/EHU para que concilien las personas con madres y padres muy mayores o que tengan hijas e hijos muy pequeños. Está pensado para la conciliación de las familias tradicionales, y no como un modo de trabajo opcional para todas las personas, independientemente de sus circunstancias personales, pensando en el bienestar y en la eficiencia.

 

En una sociedad donde el cambio climático se está adueñando del planeta, el teletrabajo permite reducir la huella ecológica que genera el traslado en transporte público o privado a los centros de trabajo. La UPV/EHU se vanagloria de intentar cumplir con las recomendaciones de la ONU en relación a estos temas, pero bien se sabe que el trabajo a distancia tendría un efecto significativo en esta cuestión. Sin embargo, no lo implementa, ni se plantea siquiera ser vanguardia en este tipo de modelo laboral.

 

No se comprende que en los casos en que las direcciones de los Servicios están de acuerdo y el trabajador lo asume voluntariamente, no se conceda esta opción por no cumplir una serie de requisitos que se han demostrar mediante documentos (empadronamiento de madres y padres, convivencia con familiares con discapacidad). En ocasiones este empadronamiento no es posible porque si se tiene concedida una VPO no es posible el empadronamiento del personal trabajador en casa de las madres y padres, y no siempre estos últimos están dispuestos a empadronarse en casa de sus hijas e hijos porque eso supone cambios en el personal médico de cabecera que les atenderá y alejamiento de los lugares que ellos conocen y con los que se sienten seguros.

 

El teletrabajo se oferta en la UPV/EHU como si fuera una concesión de asistencia social y no como una forma de trabajo eficiente que influye en la reducción del consumo de combustibles fósiles. La universidad sólo se ha saltado esta práctica reduccionista del teletrabajo por motivos de salud, en caso de pandemia viral, sabiendo que hoy en día existe otra pandemia que es la derivada del consumo de hidrocarburos procedentes de la combustión del transporte por sus efectos degradantes en nuestra atmósfera.

 

En la universidad, y concretamente en el Rectorado, existen muchos puestos puramente administrativos sin atención presencial obligatoria, que son posibles de ejercer a distancia. Además, no se ha de olvidar que el Teletrabajo en la UPV/EHU no es un teletrabajo al cien por cien sino al 60%, ya que se exige asistencia in situ durante dos días. No se entiende esta actitud.

 

En la UPV/EHU se insiste en un modelo asistencial de teletrabajo, como hemos dicho anteriormente,  y no en un modelo avanzado de gestión del trabajo eficiente, con vistas a lograr  el mayor bienestar posible entre la plantilla del personal funcionario, impidiendo el gasto innecesario en transporte, que a su vez genera emisiones de CO2 a la atmósfera, así como el riesgo de accidentes in itinere y la merma que se produce en los salarios de las personas que deben gastar parte de su sueldo en gasolina o en el bonobus, ya que no todas  las personas disponen de transporte público destinado al personal porque reside en otros municipios (no en Bilbao) o en otros territorios históricos.

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