Representantes sindicales de CGT/LKN, CNT, ELA, LAB, UGT, ESK, STEILAS, EHNE, HIRU y ETXALDE, se han concentrado esta mañana en la plaza Elíptica de Bilbao, en la concentración mensual a favor de una nueva política penitenciaria que busque la reintegración en la sociedad de todos los presos y presas vascas en un plazo de tiempo razonable.
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Los sindicatos reclamamos la adopción urgente de las siguientes medidas: acercamiento de todas y todos los presos vascos a prisiones de Euskal Herria; excarcelación inmediata de los y las presas enfermas y de edad avanzada; progresión de grados y acceso a los beneficios penitenciarios previstos en la legislación ordinaria sin ninguna discriminación; y superación de toda legislación de excepción.
Dichas medidas son urgentes y no se pueden demorar más, puesto que la excepcionalidad penitenciaria, además de conculcar derechos básicos, dificulta los avances por la convivencia democrática y genera más sufrimiento.
Desde el ámbito sindical vasco venimos denunciando desde hace mucho tiempo la situación de excepcionalidad en la que se encuentran los presos y presas vascos, alejados y alejadas a cientos de kilómetros sus casas.
El COVID-19 está afectando al conjunto de la sociedad, pero hay sectores sociales que lo están sufriendo de manera más directa. Uno de estos ámbitos es el penitenciario. La pandemia afecta al conjunto de presos y presas en los centros penitenciarios del Estado Español y Francés.
El hecho de que la CAV y Nafarroa estén bajo la aplicación de un confinamiento perimetral, ha dado lugar a un número muy importantes de incidencias. Familias que después de recorrer cientos de kilómetros hasta la cárcel para poder realizar la visita correspondiente, se han visto sorprendidas con un expediente sancionador por provenir de comunidades, donde el confinamiento impedía la salida de las mismas, sino era con una justificación especial.
Todos ellos y ellas han hecho el viaje con el correspondiente certificado de la cárcel, en el que se hacía constar la visita programada. A pesar de ello, han vuelto a sus casas con la papeleta de sanción.
Las y los familiares sufren esta desgracia día a día, y más aún los sectores más vulnerables como las personas mayores, que por muchas razones no han acudido a ver a sus familiares, o las y los niños que llevan meses sin ver a sus padres y madres. Otros y otras, sólo han podido ver a su madre o padre una o dos veces desde que comenzó esta pandemia.
Una vez más, la política penitenciaria tan cruda para los presos y presas y para sus familias, pone de manifiesto la necesidad de poner fin a décadas de alejamiento.
Es por esta razón que nuestra convocatoria de hoy, quiere ser una denuncia de una situación que debe acabar ya. Cada día de alejamiento es un día más de sufrimiento y también, un día más de incumplimiento de la legislación penitenciaria.
Por todo ello, vamos a seguir manifestándonos, para acabar de una vez por todas con el alejamiento y con esta política penitenciaria.