Hace dos semanas, la policía nacional efectuó una redada contra ocho integrantes de Mugitu! Mugimendua acusados de participar en una acción de paralización de las obras del TAV en Marcilla mientras dos periodistas que cubrieron la acción fueron investigados. Las acusaciones son graves: usurpación de funciones públicas, falsedad documental y coacciones, en una acción totalmente pacífica que quería simbolizar la paralización de las obras del TAV pendientes de finalización como el corredor navarro y la Y vasca, paralización ésta que un organismo como AIREF (Autoridad independiente de Responsabilidad Fiscal) recomienda al gobierno central.
Parece que a este gobierno no le gustó la acción de paralización de un sub-tramo del corredor navarro del TAV de forma pública aunque ellos han optado por paralizar otros dos sub-tramos a la chita callando.
Tampoco les gustó que se exigiera la paralización de todos los sub-tramos en obras del corredor navarro y de la Y vasca encaramándose tres participantes de Mugitu! a la balconada de la Delegación del Gobierno para encadenarse por el cuello, porque se ponía en evidencia la debilidad que atraviesa este proyecto.
Por todo ello llegó el mazazo represivo que quisieron dar al movimiento mediante una redada que nos recuerda viejos tiempos, con detenciones coordinadas sin orden judicial y con acusaciones delirantes que no pretenden más que intimidar, desmovilizar y criminalizar una vez más a la oposición al TAV y al movimiento popular en su conjunto, en unos tiempos que se avecinan de gran conflictividad social.
Las obras del TAV en Navarra pasan por su mayor momento de debilidad de la historia y ellos lo saben: han tenido que paralizar dos sub-tramos, la crisis ecológica y económica va a más, las voces discordantes dentro del propio sistema son cada vez más consistentes, caso de AIREF y el Tribunal de Cuentas tanto español como europeo, y lo más preocupante para ellos es que cada vez mayores sectores de la población son contrarios a continuar estas obras.
Por todo ello, Mugitu!Mugimendua hace un llamamiento a proseguir con la movilización anti TAV y a desobedecer más que nunca a la infraestructura más despilfarradora, destructora y anti social de la historia de Euskal Herria, que no hará sino ahondar más la crisis tanto ecológica como económica en la que nos encontramos.