El sistema capitalista es mortífero. Su lógica de mercado y de lucro fagocita la sociedad entera, causando la destrucción de nuestra convivencia y de los ecosistemas. La competencia capitalista y la búsqueda de crecimiento perpetuo, han dado como resultado una concentración cada vez más acentuada del capital y sus medios de producción. Todo esto llevado a cabo a través de la explotación y la sumisión de una gran mayoría de personas, o incluso su exclusión, a beneficio de una minoría cada vez más rica y con más poder. Esta situación se ve reforzada por la amalgama que forma el capitalismo con el Estado-Nación, el cual tiene el control de la policía y las fuerzas armadas como elementos últimos de opresión. El capitalismo sistematiza el sometimiento, ya sea de mujeres, de pobres o de culturas no dominantes. Instaura formas de relación con estructura jerárquica, siendo el patriarcado una de sus expresiones más nocivas. Crea de forma continua conflictos armados, poniendo en peligro la vida sobre nuestro planeta.

Ante la certeza de que este sistema nos lleva a la autodestrucción y la exterminación, toda reforma parcial ya sea política, económica o social resulta inútil, o incluso perversa. El cambio necesario requiere una transformación profunda de las estructuras actuales, pero también de nuestra forma de pensar y actuar, dado que no se trata ya de quejarse y reclamar sino más bien de crear y sustituir. Surgen entonces las preguntas: ¿Qué hacer? ¿Hacia dónde ir?

Comencemos a organizarnos!

La ecología social, concepto acuñado por Murray Bookchin, plantea una crítica radical de nuestro sistema político, social y económico, desde un punto de vista libertario y ecológico. Basada en un análisis de los movimientos revolucionarios de la historia, la ecología social propone pistas para salir del callejón sin salida del capitalismo y ofrece perspectivas para conformar una sociedad libre. Los mecanismos que propone son el comunalismo, la autogestión política y el confederalismo democrático.

¿Cómo podemos deshacernos del capitalismo? ¿De qué forma queremos organizarnos en el futuro? ¿Cómo produciremos? ¿Cómo redistribuiremos la riqueza producida? Las respuestas a estos interrogantes deben ser encontradas a través de un proceso colectivo.

En búsqueda de este objetivo asambleas y encuentros vienen siendo organizados en donde se intercambian ideas. El primer y segundo Encuentro Internacional sobre la Ecología Social (I y II-EIES) han provisto de bases teóricas y mostrado los vínculos con experiencias reales en donde una organización según los principios de la ecología social es posible (confederalismo democrático en Rojava, comunidades Zapatistas de Chiapas, el ZAD de Notre-Dame-des-Landes, etc.). El III-EIES tiene como ambición el desarrollo de nuevas prácticas, para comenzar la transformación de la sociedad aquí y ahora, en Liège!

Un colectivo de personas de todas las edades y de perfiles diferentes se ha conformado en la Ciudad Ardiente para organizar el III-EIES.

Dada su multitud de proyectos ecológicos y solidarios ya existentes, Liège posee un terreno fértil para sembrar los granos de la ecología social, pero es necesario definir una estrategia común para superar el capitalismo juntos, localmente, territorialmente e internacionalmente. Este nuevo encuentro servirá para la coordinación, la organización y el intercambio entre colectivos que ya trabajan por la transformación de la sociedad, pero también para la formación de nuevos grupos y redes.

No hay otra forma que de manera colectiva que podemos liberarnos de la opresión del capitalismo y construir una sociedad moderna, libre y ecológica. Nadie lo hará por nosotros. No esperemos que tiempos mejores lleguen, comencemos a crearlos!

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