14 de octubre, 19 h en la Plaza de la Libertad de Iruña, CONCENTRACIÓN UNITARIA (La noticia en ahotsa.info).
COMUNICADO:
Jamás admitieron la democracia y jamás se arrepintieron de sus crímenes.
Comenzaron conspirando contra la II República, después consumaron el levantamiento militar, civil y eclesiástico (al que llamaron Santa Cruzada Nacional) y siguieron cubriendo la península de sangre inocente asesinando a quienes no pensaban como ellos, sacrificando al pueblo y a la clase trabajadora en una guerra incivil cruenta. Luego instauraron la dictadura franquista.
Desde el golpe del 36, han pasado 80 años y los autores de tanto crimen y desolación junto con sus herederos políticos jamás han sido juzgados, gozando al día de hoy de absoluta impunidad.
80 años después, en Navarra estamos asistiendo en estos últimos meses a una cadena de agresiones, pintadas y amenazas que han tenido como objetivo a todo tipo de colectivos populares y sociales que trabajan en el ámbito de la memoria histórica, sindical, euskera, antirracismo, peñas sanfermineras…
No se ha quedado ahí. El último exabrupto ha sido el del Ministro del Interior diciendo que “Hay algunos que pretenden ganar la Guerra Civil, 40 o no sé cuántos años después de haber terminado”. Por supuesto con ello expresa la defensa de los que ganaron no una guerra civil, sino un golpe militar fascista contra la democracia.
Asimismo y cumpliendo con la Ley Foral de Memoria Histórica aprobada en 2013 en el Parlamento de Navarra, el Ayuntamiento de Pamplona ha decidido devolver los restos de Mola, Sanjurjo y de todos los fascistas allí enterrados a sus familiares. Ya era hora, pero esto se hace mientras miles y miles de familiares asesinados por los golpistas de los que Emilio Mola fue “El director” tienen a los suyos en cunetas y simas.
Con ello, la ciudadanía navarra daremos un pequeño paso en la dirección de recuperar nuestra memoria, de recuperar nuestra dignidad. Ese día debe ser un día de reconocimiento a quienes lucharon para defender la República, a quienes participaron en la oposición al franquismo.
Pero el fascismo no es sólo un terrible recuerdo, la sombra del fascismo es alargada. Hoy con otras formas, vemos la amenaza fascista en Europa. Fascismo vestido de xenofobia, de odio al otro, al diferente. Un fascismo que utiliza el fantasma de las personas refugiadas que huyen de unas guerras en cuya gestación y mantenimiento la Unión Europea tiene una especial responsabilidad.
También sufrimos un fascismo más soterrado, que se expresa en intentos de recortes a la libertad de expresión y, en este sentido, las leyes mordaza son una clara expresión de ello.
Consideramos importante que en los centros escolares y en la enseñanza universitaria se hable con claridad de nuestra historia y que se desenmascare a quienes originaron tanto sufrimiento a nuestra tierra. Si damos pasos en esta dirección, algún día podemos garantizar a las nuevas generaciones un futuro en libertad y dignidad.
De la misma manera, el reconocimiento de la memoria será incompleto si no se convierte también en una afirmación de nuestra voluntad de recuperar los valores republicanos para avanzar hacia una sociedad radicalmente democrática, que rechaza el fascismo en sus nuevos o viejos ropajes y donde nadie quede excluido del derecho a ser elegido para cualquier puesto del estado, una República.
Hoy, como ayer, la democracia no es algo que se nos regale, es algo por lo que hay que luchar día a día.